Él,
que opaca la luz del sol,
que es capaz de parar el reloj,
y me enseñó en braille el significado de la palabra amor.Él,
que se quedó en todos mis insomnios,
en todas las tormentas mientras yo temblaba de pavor,
que tomó su guitarra y me enseñó el arte de la música, a cantar sin la voz.Él,
escribió nuestra historia en hebreo,
sacó una canción de los confines del edredón,
pero por encima de todo se marchó.Él,
no vino a quedarse
pero lo dejó todo.
Así como el que clava una huella.
Se fue pero se quedó
porque es lo que hacen las grandes personas,
marcan pasos en nuestra piel, en el aire y en la historia.
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Sentimientos en caos
RandomMiles de historias existentes, repartidas alrededor del mundo y fuera de este, millones de finales y no siempre felices, porque aceptémoslo, hay ocasiones en donde la princesa se come la manzana envenenada y nunca llega el príncipe a darle el beso d...