DIANA
Los siguientes días fueron caóticos para mí. Se juntaron demasiadas cosas en palacio.
Hubo muchas críticas hacia mí en revistas y en televisión sobre si yo iba a ser una buena esposa para el príncipe, sobre si estaba cualificada para lo que se me venía encima. El príncipe y el rey tuvieron que marcharse dos días después de nuestra entrevista a un viaje de trabajo que les surgió de última hora. Por lo que estos últimos dos días los he pasado en el palacio yo sola con la reina, todo esto sin contar la cantidad de personal que trabaja aquí.
La reina lleva estos días insistiéndome en preparar la boda, que una novia no puede dejar que le organicen su propia boda, que ella debe decir y tomar las decisiones, asique llevo estos dos últimos días la mayor parte del día con la reina eligiendo cubiertos, vajillas, distribución de mesas y de asientos para gente que ni se quien es.
Pero Luke, aunque no esté, aquí presente conmigo en palacio, me está ayudando. Hablamos todos los días por mensaje, contestándonos entre huequitos que tenemos libres ambos, y por las noches antes de irnos a dormir hablamos por teléfono. Y la verdad, es que hablar con el me está ayudando, si no, yo creo que me habría vuelto loca con tanto preparativo de boda.
Por suerte para mí por hoy ha terminado. Acabamos de terminar de cenar asiqué después de que la reina desapareciera de la sala para contestar una llamada del rey, salí de allí.
Subo a mi habitación y cierro la puerta nada mas entrar. Paz y tranquilidad. La reina es un amor, me cae genial, pero con el tema de la boda es un poco persistente, y a mi me llega a cansar.
Abro la puerta de mi vestidor y me quito el vestido que he llevado durante todo el día, cojo una camiseta anchita y unos pantalones cortos y me lo pongo como si fuera mi pijama. Estos días he echado tanto de menos mi antigua ropa, que me la estoy poniendo de pijama para calmar mi morriña.
Yo: Esto es nuevo -digo mientras descuelgo el teléfono y me encuentro con un Luke sonriente pero con cara cansada
Luke: Me apetecía verte. ¿Qué tal por allí? -dice rápidamente
Yo: Pues estoy cansada -me siento en el pequeño sillón de mi cuarto- llevo todo el día tomando decisiones, que en mi opinión son estúpidas -ruedo los ojos- pero no se lo digas a tu madre -digo rápidamente cuando me he dado cuenta de que la he cagado mientras me doy una palmada en la frente, y oigo su risa por mi metedura de pata.
Luke: Tranquila no la diré nada -me sonríe- además yo opino exactamente igual que tú. Pero tampoco se lo digas a mi madre -me sonríe y me quedo un poco embobada observando su preciosa sonrisa
Yo: Tu secreto esta a salvo conmigo -sonrío- Aunque algo bueno he sacado de todo esto
Luke: ¿Sí? -dice extrañado
Yo: Hoy he probado veintisiete tartas diferentes, espero que te guste el chocolate blanco -me río
Luke: ¿Habéis probado veintisiete tartas sin mí? Voy a tener que protestar antes este feo tan grande que me habéis hecho. Adoro las tartas -se hace el ofendido y me causa la risa
Yo: Pues he de decirte que estaban muy ricas
Luke: Normal, creo que no he probado una tarta que este mala
Yo: Nunca digas nunca. Seguro que hay alguna tarta de sabor super mega raro y que no has probado
Luke: Pues entonces vamos a tener que buscar una tarta de sabor super mega raro para probarla
Yo: Me parece un plan horrible, pero vale. Tenemos que ir en busca de la tarta de sabor horrible -se ríe
Luke: Ahora enserio, ¿Cómo estás? ¿Mi madre sigue agobiándote mucho? Puedo hablar con ella
Yo: Solo esta ilusionada. Es normal, eres su único hijo, y quiere que tu boda sea perfecta.
Luke: Bueno solo serán un par de días mas -pone una mueca- en dos días estaré allí contigo tomando esas aburridas decisiones -me sonríe y sonrío junto a él
Yo: ¿Tú qué tal estas?
Luke: Yo estoy bien tranquila. Lo de siempre, solo observo -pone una mueca- pero bueno al menos he tenido algo de tiempo para conocer Luxemburgo, no lo conocía
Yo: ¿Y cómo es?
Hablamos durante un rato más, hasta que Luke esta tan cansado de que no es capaz de hablar sin bostezar dos veces en cada frase que dice.
Los siguientes dos días son exactamente igual que los anteriores, salvo por el hecho de que ahora, según la reina, la decisión mas importante está tomada. Ya tengo vestido. Bueno he elegido como quiero el vestido y me han tomado las medidas. Y si, elegir un vestido me ha puesto nerviosa porque eso significa que de verdad me voy a casar, mi cabeza no era muy consciente de ello hasta que he tenido que decidir vestido. Si estuviese Luke aquí estaría mejor, él ha conseguido que me relajará todas las veces que me ha pasado esto, y esta vez es mucho mas fuerte y él no estaba.
Esa misma noche, mientras la reina termina de cenar, yo no he sido capaz de pegar bocado desde que he visto los vestidos, entra Matthew avisándonos de que el rey y el príncipe acaban de llegar a palacio. La reina deja los cubiertos y se levanta de la silla para salir del comedor andando a un paso mas rápido de lo que la he visto en todo el tiempo que llevo aquí.
Sigo sus pasos y cuando doblo la esquina la veo soltando a su hijo y yendo a abrazar a su marido. Me acerco sin pensarlo y abrazo a Luke, sorprendiéndolo a él y sorprendiéndome a mi misma.
Yo: Menos mal que has venido -digo aun sin soltarle
Luke: ¿Estas bien? -dice separándose para poder mirarme y me sale una mueca- Tengo que ir al despacho un segundo, hora hablamos ¿vale? -asiento moviendo la cabeza
Subo a mi habitación después de saludar al rey con una reverencia y que ellos se marchasen junto a la reina al despacho. Me pongo una de mis antiguas camisetas y pantalones, y me tiro en la cama mirando el techo.
Luke: ¿Día duro? -dice sorprendiéndome después de un rato mientras cierra la puerta
Yo: No lo sabes tu bien -me siento con las piernas cruzadas en el borde de la cama dejándole un hueco al lado- He elegido el vestido. Y me siento estúpida, todo esto me sigue abrumando demasiado. Hoy he sido realmente consciente de que todo esto es real, de que va a pasar en unas semanas.
Luke: Tranquila Diana, estamos juntos en esto ¿vale? -mueve su mano alrededor de mi espalda para calmarme
Yo: Lo sé, pero me cuesta enserio. Y me siento estúpida. Todavía no entiendo todo esto. La probabilidad de que pudiese salir elegida es de uno entre un millón, y aquí esto. Pero enserio no te ofendas -digo pensando que he metido la pata- porque aun con toda esta mierda me alegro de que seas tu con el que tenga que casarme enserio. Eres lo único bueno que he sacado de todo esto. Me alegro de haberte podido conocer -le sonrío
Luke: Yo también me alegro de haberte conocido -me sonríe- y tú también eres la mejor con la que me podían haber emparejado
Sus palabras causan una sensación rara en mí, un cosquilleo por todo el cuerpo, que me gusta pero a la vez me disgusta.
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A tu lado
RomanceLa decisión ya esta tomada. Ella no puede negarse. Él debe seguir las órdenes.