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Byakuya se fue de la habitación y taka se quedó estático sintiendo como su cuerpo le temblaba, se escuchó como togami le daba un portazo a la puerta por no poder hacer lo que tanto deseaba, tener el poder para hacer lo que quisiera con otros y que estos actuarán de manera sumisa ante él.
Se puso los pantalones de su pijama estando avergonzado y abrazó la almohada contra su pecho.

Se replanteó su amor hacia togami una vez más, ahora estando seguro más que nunca que ese alfa no lo amaba y que sólo se aprovechaba de él, no sabía porque se había detenido esa vez pero estaba seguro de que no lo haría de nuevo.

En sus ojos habían unas pocas lágrimas, no iba a soportar ni un sólo día más ahí adentro, de eso estaba seguro.
Se levantó de la cama, estaba indeciso de lo que estaba planeando hacer, quería escapar de ese lugar al que alguna vez llamó hogar, el cuál ya no se sentía así, no se sentía cómodo ni seguro. Necesitaba a alguien que lo comprendiera.

Empezó a empacar su ropa en silencio no pudiendo pensar en otra cosa que no fuera en irse de ahí para vivir en paz lejos de alguien que le había hecho tanto daño como togami. Se detuvo por un momento ya que no sabía que era lo que iba a hacer, si sus padres llegaban a enterarse de que no había logrado mantener su relación con togami, quien era el alfa favorito de sus padres seguramente lo iban a culpar a él por no ser un buen Omega y por no satisfacerlo.
Se sentó en la cama mientras pensaba en que no tenía otro lugar al que poder ir ya que había perdido a todos sus amigos.

Ishimaru: mondo...

Susurró aclarando su mente, pero lo pensó de nuevo y detuvo su pequeña fantasía ya que no estaba seguro de que él iba a ayudarlo, menos querer amarlo a pesar de pertenecer a otro hombre y haberle dado su virginidad a este mismo.
Bajó la mirada, no teniendo otra alternativa más que quedarse.

Guardó la maleta con ropa y algo de dinero abajo de la cama al no tener un verdadero plan sobre a dónde ir o que hacer sin togami, se había vuelto realmente dependiente a él. Apoyó su espalda recta en el colchón,  estando en el medio de la gran cama estirando sus extremidades sintiendo las suaves sábanas. Cerró sus ojos estando agotado y empezó a dormir, togami no se presentó en el dormitorio y durmió en otra habitación al estar molesto con taka.

El pelinegro durmió en la cama que era para dos personas pero que usaba sólo para él al notar que togami no estaba debido a su pelea. La noche pasó rápidamente y a la mañana siguiente taka despertó, notando que por suerte togami no estaba. Estiró sus brazos con algo de sueño mientras bostezaba.

Miró el techo, en el cuál había una lámpara con unas decoraciones bastante detalladas, la luz del sol era radiante esa mañana y entraba por la ventana con todas sus fuerzas pero esto no le importaba a taka. Cerró sus ojos una vez más al no tener la fuerza de voluntad suficiente como para bajar a desayunar, debía estar frente a togami y no se creía capaz de soportar la frustración de hacerlo.

Jamás había sido abusado de tal forma antes por alguien, aún le dolía un poco su parte baja debido a los bruscas que habían sido las embestidas, no siendo disfrutadas por taka de ninguna manera.
Las anteriores veces en las que ambos habían tenido sexo, togami había sido algo rudo al no poder controlarse pero jamás se sintió como un abuso.

Pudo escuchar como la puerta era abierta por alguien, taka no se volteó para saber quién era ya que en esos momentos no era lo que le importaba.

Sirvienta: señor kiyotaka, el señor togami lo espera para desayunar

Dijo de manera delicada al pensar que posiblemente aún seguía durmiendo.

Ishimaru: no iré...

Sirviente: e-eh p-pero dijo que de verdad quiere verlo, no creo que sea bueno hacerlo esperar

El pelinegro tardo en responder, sabía que tenía razón pero no quería verlo.

Ishimaru: de acuerdo, iré a cambiarme...

Dijo sin moverse de la cama o siquiera voltearse. La sirvienta se retiró del dormitorio y cerró la puerta para darle intimidad a taka, quien luego de unos cuantos segundos tomó aire y se levantó de la cama.

Empezó a quitarse el pijama para ponerse la ropa formal que siempre se veía obligado a usar para lucir bien y no darle vergüenza a sus padres o a togami
Luego de haberse puesto la tan costosa ropa fue al comedor para desayunar junto a su esposo, a quien odiaba por sus actitudes.
Se sentó y podía notar la mirada del rubio sobre él, se sentía como un cordero bailando en la boca del lobo.

Togami: ayer tuve que dormir en el dormitorio de los huéspedes por tu culpa ¿No tienes nada para decir?...

Dijo aún molesto al ver que ni una sola disculpa se había escapado de los labios de su Omega. Frunció el seño al no recibir la disculpa que creía merecer, la cual jamás sería así ya que taka no había hecho nada malo para lastimarlo.

Togami: quiero que te disculpes.

El pelinegro lo ignoró por completo ya que no quería hablar con él, no después de lo que había estado a punto de hacerle bajo el pretexto de querer "arreglarlo".

Togami: hum con que eres obstinado....

Dijo llevando la taza de té a su boca para tomar un poco, no apartó su vista del cuello de taka, en el cuál había dejado diferentes marcas para recordarle que era de él. Taka ni siquiera se tomaba el tiempo de mirarlo, sólo prestándole atención a la ventana donde se podía ver un árbol junto a unos pocos pájaros, deseaba ser libre como lo eran estos.

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Está vez será diferente ¿Verdad? (Ishimondo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora