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Taka escuchaba un poco de música que era tranquila, sólo tratándose de instrumentos suaves, no quería molestar a mondo ya que sabía que estaba trabajando en unos planos de una pileta para un cliente, admiraba a mondo por haber logrado su sueño.

Mondo había cumplido con su palabra de ya no querer destruir cosas sino arreglarlas. Siempre estuvo arrepentido de en el pasado ser estúpido y dejarse influenciar por su viejo grupo de amigos.

Ya había terminado de lavar los platos y había estado haciendo diferentes cosas para ayudar a mondo o Yukimaru, quienes no exigían demasiado pero el pelinegro insistía para sentirse bien.

Era algo tarde y estaban viendo juntos la televisión, taka estaba en el medio de ambos chicos, los cuales miraban atentamente la película.

El pelinegro estaba algo pensativo, debía cambiar esa foto ya que no lo hacía feliz ese recuerdo, sólo lo atormentaba por lo tonto que fue al dejarse engañar por las palabras tan lindas y vacías de byakuya.
Ya estaba decidido cuál sería su siguiente foto de fondo de pantalla, algo que lo hiciera feliz.

Ishimaru: oigan chicos

Takemichi y mondo dirigieron su mirada al Omega.

Mondo: ¿Que pasa?

Ishimaru: va a sonar raro pero...¿Podríamos tomarnos una foto?...me gustaría cambiar mi fondo de pantalla...

Mondo: oh claro

Dijo con una sonrisa, se juntaron más y taka prendió la cámara, mondo rodeaba a ambos con su brazo mientras sonreían.
Fue una linda foto y taka parecía feliz, el motociclista revolvió su cabello negro para molestarlo un poco, estaba levemente sonrojado al saber porque taka quería la foto, jamás había sido la foto del fondo de pantalla de nadie y se sentía especial.

Siguieron viendo la película mientras taka reemplazaba las fotos, el pelinegro parecía feliz con el resultado, era algo desprolijo pero le gustaba más que la otra fotografía.

El día pasó con tranquilidad y nada malo sucedió, parecía no haber conflicto entre los dos chicos más allá de que alguno de los dos se olvidara de reemplazar el papel de baño, eran conflictos realmente tontos que se resolvían rápidamente, mondo y Yukimaru realmente parecían familia en algunos aspectos.

Taka estaba nuevamente en la cama de
mondo, la espalda de ambos se tocaba mientras eran cubiertos por las sábanas.
Al pelinegro le gustaba demasiado el sentir el cuerpo de mondo, sentía que así se liberaba la presión que sentía, o incluso cierta tensión que había entre ambos.

Había pasado otro día, uno normal, había estado con Yukimaru la mayor parte del tiempo ya que mondo trabajó bastante ese día.

En otra mañana ishimaru se levantó primero, rascó sus ojos mientras bostezaba con algo de cansancio. Vió a mondo dormido, sentía la necesidad de abrazarlo pero no quería despertarlo así que simplemente apoyó su cabeza en la espalda del motociclista para sentirlo y quedarse tranquilo.

Soltó un suspiro junto a una pequeña sonrisa mientras olía un poco a mondo, sabía que pronto debía ir al trabajo de nuevo al saber sus horarios, se lo había preguntado para saber más de él.
Pasó su mano suavemente por la espalda de mondo, así sintiendo la tela de su remera pero a la vez su cuerpo.

Sonó el despertador y dejó de tocar a mondo ya que sabía que seria incómodo.
El motociclista soltó un pequeño quejido ante esto ya que estaba realmente cómodo ahí. Tomó un poco de aire y se sentó en la cama para estirar los brazos, luego miró a taka, quien fingía estar dormido.

El mayor estaba levemente sonrojado, pasó su mano por el flequillo del chico y lo acomodó para ver mejor su cara, taka se quedó quieto sin saber que hacer, no abrió los ojos ni un poco. Mondo sonrió un poco junto a un leve sonrojo ya que de cierto modo sentía que algún día podría tener la posibilidad de estar con taka.

Quería besarlo ahí mismo pero sabía que eso sería realmente incorrecto, se levantó de la cama y pensando que taka aún dormía se puso su uniforme para ir al trabajo, llevaba la camisa que creía que era de la suerte, una blanco.
Taka entreabrio su ojo y pudo ver un poco del cuerpo del chico, cerrándolos al instante ya que sabía que estaba mal verlo mientras se cambiaba de ropa.

Mondo se terminó de abotonar la camisa, se sentó en la cama y comenzó a ponerse los pantalones, eran algo molestos pero lo hacían lucir bien. Terminó de cambiarse y se acercó a taka, se asomó un poco para estar casi encima de él, aunque no lo acorralaba en la cama.

Mondo: hey taka, despierta, hay que desayunar

Mencionó con una sonrisa tierna ya que taka era adorable cuando dormía abrazado de las sábanas, aún era lindo a pesar de tener golpes en el rostro hechos por un completo infeliz.

Taka pretendió estarse despertando y estiró sus brazos, fingió un bostezo no muy convincente pero que mondo no dudo en creer ya que de verdad creía que estaba dormido. Se levantó de la cama y se peinó un poco, mondo estaba en la cocina preparando algo para comer.

No hubo nada extraño esa mañana y mondo nuevamente se fue al trabajo, esta vez más temprano al haberse levantado a tiempo. Taka pronto se quedaría sólo en casa ya que Takemichi también debía ir al trabajo.

Yukimaru: ok, sólo recuerda que tienes nuestros números así que si algo llega a pasar nos llamas

Dijo una última vez para calmar al chico ya que por primera vez iba a estar solo en esa casa, estaba algo nervioso.

Ishimaru: e-entiendo, que te vaya bien

Dijo con una sonrisa, aún no podía creer que un chico de 16 hubiera conseguido un trabajo antes que él, a taka jamás se le había permitido eso ya que pensaban que era algo pesado, preferían que se mantuviera lindo y tranquilo sin estrés como daba el trabajo.

Yukimaru cerró la puerta y el pelinegro le dió media vuelta a la llave para cerrarla por completo, soltó un suspiro ya que era feliz viviendo ahí pero en el fondo aún se sentía inútil y que no pertenecía ahí, no creía merecer su amabilidad.

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Está vez será diferente ¿Verdad? (Ishimondo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora