LA ARQUEÓLOGA DEL REY DE LOS PIRATAS - LA NIÑA DEMONIO NICO ROBIN

7.7K 578 147
                                    

Como dije, ni idea de por qué les gusta mi fic de alivio cómico. Pero yo lo amo tanto como los Mugiwara aman a Merry.

Mirai no Merodi es mi Thousand Sunny.

En fin, disfruten su capítulo.

-------------------------------------------------------------------------------

La sala había entrado en un estado catastrófico de caos. ¡¿Qué tenían en la cabeza esos piratas?!

Vale decir que la sala se encontraba en un caos absoluto. Desde gente gritando horrorizada, hasta gente desmayada por la impresión.

Algunos de los piratas de Barbablanca entregaban molestos el dinero que perdieron en las apuestas contra Thatch y Haruta, mientras estos últimos sonreían y se burlaban de los perdedores.

En la vista del Francotirador, Thatch y Haruta habían apostado contra el resto de sus hermanos, diciendo que al final del capítulo se mostraría una locura de proporciones abismales contra el gobierno.

Obviamente ninguno de sus hermanos había creído que eso pasaría. Pero bueno, qué puedes esperar de las personas que apostaron a favor de que Barbablanca era el siguiente Rey pirata, aun cuando se había dejado claro que al siguiente Rey todavía le faltaba un año para comenzar a piratear.

Thatch y Haruta sabían que esta sería una apuesta fácil de ganar. Después de todo, esa tripulación ya había probado ser capaz de enfrentarse a los Yonkou y contra cualquiera con quien tuviesen que enfrentarse.

La respuesta es nada, por si se lo preguntaban.

"Están disfrutando esto, ¿cierto?" les preguntó Izo con un deje de burla en su voz.

"¡Por supuesto!" respondieron al unísono Thatch y Haruta

"Y nos divertiremos mucho más cuando ganemos la apuesta sobre el siguiente Rey pirata" dijo con alegría Haruta mientras dejaba su asiento y se dirigía hacia el asiento de Barbablanca, del cual había salido hace poco para poder sentarse junto a Thatch e Izo.

Dado que Ace se había distraído mientras charlaba con Marco, ya era seguro moverse sin temor a que el segundo comandante los calcinara.

"Ganaremos muchos berries con esa apuesta.", dijo Thatch dando una respuesta a las palabras de Haruta, mientras se disponía a contar el dinero ganado. "Alégrate tú también, Izo. Te daré la mitad de las ganancias que corresponden a mi parte. Creo recordar que querías tela nueva para un Kimono" le recordó mientras el samurái de Wano descansaba sobre el hombro de Thatch.

Izo tarareó en reconocimiento mientras descansaba pacíficamente sobre el hombro del comandante de la cuarta división.

Tal vez Izo podría comprar algo de tela sacada ilegalmente desde Wano. Después de todo, era lo poco que podía encontrar fuera de su antiguo hogar.

Además de ser una forma de recordar a su querida hermana menor, Kikunojo; así como le recordaba a Oden-sama, Toki-sama, y a los que alguna vez fueron parte de las vainas rojas.

Una lágrima recorrió la mejilla de Izo mientras rememoraba cómo se había enterado demasiado tarde de la muerte de aquellos a los que llamó su primera familia. Aún después de mucho tiempo, era doloroso pensar en ello.

Izo sintió como un brazo lo rodeaba, mientras se acurrucaba más hacia donde se encontraba Thatch. Era más el gesto de un amigo y compañero, que el de un amante.

A veces no eran necesarias las palabras para que el cuarto comandante entendiera lo que le pasaba y lo que necesitaba.

A veces, solo necesitaba sentirse reconfortado al recordar que ahora tenía una familia y una persona que lo amaban incondicionalmente. Aun cuando a veces fueran un completo dolor de cabeza.

DREAMIN'ON - Watching One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora