Г|Meraki. Argentina x Perú

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Tengo aquí una pena que quiere salir

Con un pie giró sobre sí para acabar mirando al público deslizando la pierna hacia delante junto a su torso. Llevó sus manos a su pecho y alzó el torso junto con la mirada observando al público con una expresión desolada y arrepentida.

Y un gran remordimiento que me habla de ti

Arrastrando el pie de atrás lo giró llevando el resto de su cuerpo consigo, quedando en puntas seguido de girar su torso a su izquierda de forma exagerada y luego volviendo a llevar su mano a su pecho.

No ves en mí lo que soy, si no lo que fui

Bajó sus manos a su estómago junto al torso, como si le hubieran agujereado la barriga con un cuchillo.

Te quedas con lo que escondo y no con lo que di

Más movimientos seguían mientras la canción continuaba sonando.

Te miro y te lo juro no sé qué decir
El daño que nos hicimos no se va a curar
Si crees que tengo dudas la respuesta es sí
Si preguntas: ¿hasta cuándo?
Digo hasta el final
Lloramos hasta que vuelve a salir el sol
Yo no encajo en este puzle al que llamas amor

Un recuerdo vino a su mente y los ojos se le pusieron llorosos.

No soy lo que esperabas ahora ya lo ves
Pero tú tampoco me llegaste a comprender
Que no todo es tan bonito como ayer nos lo pintaban
No te dicen cuando empiezas
Que al final todo se acaba
Que la vida da mil vueltas y te roba lo que amabas
Y ya nunca te devuelve ese trozo que te faltaba

Quedó de pie en el escenario durante ese silencio para luego volverse a derrumbar.

Te perdí
Por no entender lo que necesitabas
Por mentirte mil veces a la cara
Por no cuidar lo que más importaba
No te valoraba
Entonces te perdí
Yo con mis gritos apagué tu voz
Y es algo que no me perdonaré
Si no te quiero que baje ahora Dios
Escucho tu adiós. Yo me moriré, eh

Y ahora se estarán preguntando ¿Qué demonios está ocurriendo?

Bueno, en la gran academia de baile "Rouge Foncé" de la prestigiosa ciudad "Puerto del Pino" las personas reunidas en el salón principal apreciaban el espectáculo de uno de los profesores y bailarines de aquella academia.

Alto. Cabello rubio, sedoso y ondulado. Ojos verdes. 

Traje negro y rojo. Con los cuatro primeros botones desabrochados dejando ver parte de su pecho y clavículas.

 Ese era Argentina. Maestro de baile. Romántico, o como prefieren llamarlo algunos "apasionado". Serio, y algo cruel cuando se lo propone. Bastante inteligente. A veces solía ser algo negativo e incluso manipulador.

Se encontraba justo bailando la canción que le había hecho tan conocido.

Él solía bailar todo tipo de canciones, pero su favorita era justo esa que estaba bailando; donde de verdad se podía sentir la tristeza, melancolía y dolor por la pérdida de alguien.

Bueno, en realidad, nadie escuchó de la boca del argentino si esa era su canción favorita para bailar. Pero es que, esa era la que más bailaba, a la que más empeño, sentimiento y dedicación le ponía. Muchos lo conocían sólo por el gran baile que le sacó a esa canción.

Yo tengo mil defectos que nunca acepté
Nunca aprendí a querer esa es la gran verdad
Que daño hizo el orgullo tanto el mío como el tuyo
Ese que a veces nos ciega, y no nos deja andar
Todo lo que he aprendido tal vez lo olvidé
Porque sigo tropezando en el mismo escalón
Si alguna vez te ofendo nunca lo pensé
Y es que sé que ya no basta con pedir perdón