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Perú, luego de salir del café y dejar solos a sus amigos, se dirigió a un parque cercano a terminase su pan dulce y chocolatada. Se quedó ahí un rato hasta que se hizo de noche y regresó a la habitación de hotel que compartía con sus amigos.

Al entrar los encontró murmurando cosas sentados sobre la cama de Trinidad. Ellos notaron la llegada de alguien a la habitación y voltearon encontrándose con Perú, el cual sólo pasó de ellos y se fue al baño.

Al salir del baño vio a sus amigos dormidos, y no le extrañó ya que al llegar estos traían los pijamas puestos.

Decidió hacer lo mismo que ellos e ir a ponerse ropa para dormir. Ya estando listo se acomodó en su cama y se dispuso a descansar.

Dormía normal, hasta que otra de sus tantas pesadillas que lo habían atormentando desde hace mucho se hizo presente.

Estaba de regreso en las afueras del juzgado viendo como su padre se alejaba cada vez más. Ese recuerdo se volvió bizarro al mezclarse con una risa y una caricia sobre su cabeza.

Se sentía muy agradable…

Pero de pronto esa risa y caricia desaparecieron dando paso a mostrar a una bolsa negra mojada, en la rodilla del río y saliendo de esta caían trozos de alguien descuartizado.

Perú vio como en su sueño él mismo aparecía en una oscuridad total y de la nada unas cadenas aparecieron en sus muñecas.

¿Cuándo fue exactamente qué se hizo prisionero?

¿Cuándo fue que perdió la libertad?

¿Cuándo fue que decidió no querer seguir buscando la llave de su jaula?

**

—¡Perú! —gritó Cuba.

Perú despertó agitado. —¡¡No me dejes!! —exclamó dejando confundidos a sus amigos.

—Perú, ¿te encuentras bien? Te veías agitado así que te despertamos… —confesó Trinidad.

—¿Tuviste una pesadilla? —preguntó Jamaica.

—¿Eh? ¿Qué? A, no, no, no. Estoy bien… Sólo… Sólo un mal sueño.

Jamaica se cruzó de brazos y le miró incrédulo. —Eso es lo mismo a una pesadilla.

—¿Seguro que estás bien? —insistió el cubano—. Si necesitas algo puedes contar con nosotros. —Tras decir eso pasó sus brazos por alrededor del cuello de sus amigos para… ¿demostrar la hermandad?

—Estoy bien chicos. —Perú se levantó de su cama—, no se preocupen. ¿Por qué no mejor olvidamos esto y salimos a pasear? Estamos en Puerto del Pino. ¡Hay que aprovechar!

Entre los otros tres se miraron y terminaron por decidir en una especie de telepatía el lugar a donde irían.

—Tienes razón —acentuó un sonriente Jamaica—. Iré a arreglarme. Hoy quiero ir a la avenida de los caídos, dicen que sientes vibras raras ahí.

Perú confundido a más no poder sólo pudo entonar un: —¿Qué?

Jamaica sonrió, con un movimiento de cabeza dio a entender a Trinidad y este fue a apagar la luz. Jamaica con la linterna de su celular se alumbró el rostro desde abajo y Perú se asustó un poco.

—Cuenta la leyenda, que en el antiguo Puerto del Pino, el pueblo que antes había aquí tenía una escuela justo en lo que ahora es esa avenida. La escuela calló tras un incendio y el terreno quedó deshabitado. Hasta que en la nueva  resurrección del pueblo a empezaron a construir calles y avenidas.

Г|Meraki. Argentina x PerúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora