odiaba el regreso a clases.
entre una de las tantas razones, el horario era lo que más odiaba, tener que despertarme nuevamente a las cinco de la mañana después de haber despertado por semanas a las doce de la tarde era una completa tortura. las primeras semanas no fueron más que luchar conmigo misma –y mi madre– para levantarme de mi cama y no llegar tarde a la escuela.
metí mis manos en mi sudadera y entre al salón, la mayoría estaban fuera de sus lugares platicando pues el maestro no estaba aún en el aula, pero al final de la fila pude ver cómo siempre a todos mis amigos sentados platicando entre sí.
—qué cara— miré a mingi, quien había soltado aquel comentario al verme acercándome a la mesa que compartía con doyeon.
—muévete— me pare a su lado, pues ocupaba mi asiento y no tardó en levantarse.
—hoy estás muy enojada me parece— tomé asiento y dejé mis cosas sobre la mesa, eché una rápida mirada a yunho quien se encontraba sentado en una banca enfrente y simplemente rodé mis ojos.
—sólo es lunes, obvio estoy enojada.
sonreí ligeramente a lucy, quien estaba a un lado de yunho, mingi saltaba de compañero de banca todos los días y se había perdido en el salón.
debido a mi cansancio opté por recargar mi cabeza sobre mis brazos que yacían en mi banca a esperar a que llegara el maestro, mientras oía cómo los chicos platicaban sobre cualquier cosa.mi día se basó en prestar atención a las aburridas voces de los maestros, hablando de cosas las cuales dudaba recordar en cinco años puesto que me servían menos que una mierda saber. me torture tantas horas sentada en el mismo lugar hasta que llegó la última hora, la única clase que realmente importaba en el día: cálculo.
una materia tan jodidamente compleja que me hacía querer llorar, aún cuando intentaba prestar toda mi atención y entender todos los ejercicios que enseñaban en clase me encontraba una y otra vez desesperandome al perder la mínima pista de un ejercicio, que en estos casos, perder la mínima pista era dejar de entender por completo el tema.
la campana que anunciaba que era hora del homenaje semanal sonó, librandome de soltarme a llorar por no comprender el tema y más de un agradecimiento se pudo escuchar en el aula. comencé a guardar mis cosas, como todos los demás y espere a que mis amigos estuvieran listos para comenzar a caminar junto con ellos para salir del salón de clases.
—estaba a punto de llorar— tomé del brazo a lucy y a doyeon, pero el llamado del profesor min me paró.
—señorita kang, todavía no se retire— di media vuelta junto a mis amigas y me acerqué lentamente.
—¿sí?— levantó su mirada y pudo ver a lucy y doyeon detrás mío.
—noh y kim, vayan al auditorio— mire a mis amigas y les sonreí, me sonrieron de vuelta y salieron del salón.
—¿pasa algo profesor?— me recargue ligeramente en el escritorio y su mirada se dirigió a mi.
—su rendimiento ha bajado con estos ejercicios a comparación de los de la semana pasada, ¿ocurre algo?
—creo que sólo se ha vuelto más complicado— sonreí ligeramente.
—me preocupa que no vaya al mismo nivel de sus compañeros, sabe que no podemos regresar al inicio del tema.
asentí —entiendo, intentaré prestar más atención a mis errores, ¿eso era todo?
—¿me llamaba?— seonghwa apareció en el marco de la puerta dirigiéndose al maestro.
—sí, justo a ti te estaba esperando, acércate un momento, espero no estar atrasandote— el señor min señaló a un lado mío y seonghwa comenzó a acercarse.
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❝dirty game❞ psh +18
Nouvellespark seonghwa, el futuro del año escolar. calificaciones impecables, una imagen impoluta y reputación intachable, estás eran algunas de las características que cualquiera podía nombrar sobre él, pero no bastaban ni diez minutos para darte cuenta que...