Capítulo 6

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6-La madrugada Pt1

People help the people - Birdy

Mellea

—¿Te-te quieres quedar conmigo? —pregunto en voz alta, tartamudeando y con nerviosismo. Si no puedo estar más de dos horas con él porque siento que mis piernas flaquean y mi cabeza empieza a pensar sin lógica y claridad, ¿Qué será una madrugada entera?

Frunce su ceño. —¿Contigo? No... O sea si... Es decir —aclara su garganta y habla con seriedad pero con suavidad. Y algo me dice que le avergüenza no sonar seguro de sí—Es decir, pensé que habían dos camas ¿no? Mencionaste que tu amigo vivía contigo. En caso tal de que solo haya una cama. Puedo dormir aquí en el sillón o si lo consideras mejor, espero a que la lluvia cese y me voy. No quiero que te sientas incomoda, es todo.

Se me arruga un poco el corazón al ver su repentina preocupación sobre si estoy incomoda o no. Por otro lado, tiene razón. Aquí la tonta soy yo al pensar que dormiríamos los dos en la misma cama. Pero si. Hay dos camas, la de Guido y la mía. En diferentes habitaciones, claro está.

Y pensándolo bien, su presencia aunque bien puede que me altere, no me hace sentir incomoda o disgustada. De hecho creo que me hace sentir...

...Un poco muy nerviosa.

Bien, solo me hace bien y ya está.

No creo que sea mala idea que se quede esta noche ¿o si?

Llevo mucho tiempo sintiéndome sola, y su compañía cálida me hace sentir bien. Aunque claro, no es algo que le admitiría.

—Bien. No te preocupes. No me incomoda en lo absoluto —digo calmada y con toda la honestidad —Ven. Subamos y acomodo la habitación para que puedas dormir tranquilo.

Ah pero ¿no que estabas muy segura de que no se iba a quedar?

Asiente subiendo escaleras arriba detrás de mí. Siento su mirada en mi espalda y miró de reojo como detalla cada pedacito de mi casa con cautela y suma observación.

—¿Te gustan mucho las flores? —pregunta de repente—Tienes muchos cuadros con flores pintadas—Percibo una mirada curiosa y fisgona de su parte.

—No todas en específico—aclaro—Me gustan los tulipanes negros y las amapolas. Aunque a veces son algo complicados de encontrar.. mi abuela solía contarnos la historia de ella y el abuelo. Para que mi abuela aceptara salir con mi abuelo oficialmente, él tuvo que llevar un ramo de tulipanes negros y violetas a su casa, todos los días durante un año.

—Pero esos tulipanes se consiguen...

—A las afueras de la ciudad —asiento sintiendo su mirada—es por eso que ella lo hacía. Pensaba que él se iba a...

—A rendir pero él no lo hizo —dice asombrado completando mi frase.

—¿Y por qué las rosas no?—pregunta después de unos segundos en silencio. Se refiere a que, por qué no me gustan las rosas pues cada cuadro tiene un pequeño toque a flores extrañas pero en esas no están las rosas blancas o las típicas rojas.

—Me recuerdan a los velorios y a los entierros, sobre todo las blancas. Las odio. Siento que representan la muerte —rasco mi nunca esperando alguna reacción de su parte.

—Mhm... Tienes un punto a favor —de reojo veo como se encoge de hombros sin hacer muecas o mirarme raro.

Bien, esa no era la reacción que esperaba en lo absoluto.

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