Capítulo 8

58 12 23
                                    

8-La biblioteca pt1 .

Heart made up on you-R5

Mellea

Me encontré a mi misma a las doce en punto, con toda mi ropa acomulada, encima de mi cama. Así que por supuesto, todo estaba hecho un desastre.

¿Pero desde cuando me interesaba tanto verme bonita ante un hombre?

No lo se.

¿No lo sabes?

No..

¿Acaso no te has arreglado para ver a nuestro susodicho?

Puede ser que si.

¿Y se lo dirías?

Puede ser que no.

Esta situación era algo peculiar. Iríamos a una biblioteca... así que, ¿Qué me debía poner? jamás había ido a una biblioteca con alguien más, normalmente siempre iba sola... y ahora..

Ahora vas con el que te gusta.

Al final opté por unos jeans rotos bota campana, un cuello tortuga de algodón y mis gafas negras redondas para verme... Ya saben.. Más intelectual. Escogí un par de zapatos medianamente bajos negros, y deje mi cabello suelto.

¿Me debía maquillar? me decidí por simplemente ponerme algo de bloqueador, un poco de rubor y algo de reamel, lo que en definitiva quería resaltar eran mis delgados labios. Así que los pigmente con un poco de brillito rosa.

Me miré al espejo —hacía más de tres años no me maquillaba ni me esforzaba por verme bien —pensé. Estaba claro que no ganaría un concurso de belleza, peeero me veía presentable y algo decente.

Bien, eran las dos en punto, la pregunta aquí es ¿y ahora que haré con las tres horas restantes?

Rascarte el ombligo. Porque dudo que llegue antes.

Me recosté contra el sofá soltando un suspiro dramático. No tenía absolutamente nada que hacer. Ni siquiera podía darme el lujo de molestar al baboso de mi amigo pues se había ido hace un rato y me había dejado sola.

¿Por que creí que era buena idea arreglarme cinco horas antes?

Porque eres una impaciente. Eso sin duda.

Fingí demencia al oír a mi conciencia y miré el reloj. Estuve así durante... Yo diría que una hora.

Bien, ya eran las cuatro, ahora solo faltaba una hora más. Nada en comparación a lo que ya había esperado ¿no?

Repiqueteo mis dedos, impaciente en mi rodilla, mordiendo mi labio inferior y me levanto para ir a la cocina por un poco de agua, los nervios me están consumiendo.

Freno en seco al escuchar el timbre sonar así que cambio de dirección y camino (básicamente que corro como una maniática) a abrir la puerta más rápido de lo que me gustaría admitir.

Sin embargo toda ilusión que tenía quedo derrumbada al ver el rostro de Ben.

¿Y ahora este qué quiere?

Es decir, no es que me moleste verlo. Me alegra mucho.

Si claro.

¡Tú calla!

La última vez que lo había visto, había sido hace un par de días cuando me dejó en casa después de recogerme. Sin embargo, no es a quien esperaba.

Porque esperabas al papasote, ¿no es así?

¡No! O tal vez si..

—¡Ey! ¿A dónde vas tan arreglada?—pregunta con sus ojos café oscuros, llenos de curiosidad.

Un Final MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora