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—¡Sí papá, tengo todo! —Le grité al celular. Eran las tres de la mañana, quería dormir y no podía porque tenía que irme de viaje y tenía a un señor causando que mi cabeza explote.

Los chicos entran a mi dormitorio y me ven gritando al celular. Le muestro el aparato y ellos dejan de fruncir su ceño para después sonreírle a mi padre.

—Hola, chicos. —Saludó Payton, mi papá.

—Señor Moormeier, que gusto verlo —Ruedo los ojos al escuchar la falsa sonrisa de Vinnie—. ¿Cómo le va el viaje? —preguntó éste.

—Muy bien, a decir verdad. —Después de intercambiar algunas palabras, decidieron salir de mi dormitorio—Hija.

—Mhm. —Contesté ante su llamado.

—¿Estás llevando toallitas? —Cuestionó en susurro, le bajé el volumen a mi celular para que nadie escuche. Mi dormitorio estaba con la puerta cerrada, igualmente estos alcahuetes se encontrarían detrás de mi puerta escuchando todo.

—¡Papá! —Exclamé en susurro. Él se encoge de hombros, lo asesino con la mirada temía que lo hayan escuchado.

—Disculpa. —Sonríe divertido y siguió rompiendo mi cabeza con sus preguntas: —¿Estás llevando ropa interior? —asentí—¿lencerías? —lo miré sin gracia, mi papá llega a ser tan yo.

—Sí. Para que ya seas abuelo.

—Ajám, lo llamaremos Payton Junior. —Negué con mi cabeza soltando discretas risas y seguí empacando mis prendas.

Debí de hacerlo ayer, pero pensé que mejor sería hoy en la madruga a horas de irnos. ¿Por qué? No lo sé.

Mi padre me charlaba de su nuevo amigo que tiene una pequeña, él decía que probablemente vayan a la casa después de terminar su viaje. Yo asiento. Mi padre necesita compañía y yo no estaría, y la pequeña niña podría darle una pizca de felicidad, de una verdadera felicidad.

...

Estaba ya sentada donde me señala el boleto. Chase se sienta a mi lado, fruncí mi ceño al ver a Jack sentado con Vinnie.

Los dos tenían su mirada pegada al celular, reían mientras intercambian algunas miradas amenazantes. Entendí, estaban jugando "zoombies".

Me senté al costado de la pequeña ventana, al igual Jack que estaba detrás de mí.

Los asientos son cómodos te dan una pequeña manta negra para cubrir tus piernas. Ya que, la habitación es muy fría por el aire acondicionado que se encuentra funcionando.

—¿Vas a dormir? —Preguntó mirando su celular, Chase.

—Ajá. —Contesté.

Mi celular reproduce cualquier canción que descargué antes que me olvide, gracias a Dios.

El avión empezó a subir, sentí como la cena de ayer quería volver. Chase pareció darse cuenta y me regala una sonrisa divertida y me entregó una bolsa marrón. Algo innecesario, mis ganas de vomitar fueron eliminadas.

—¿Qué haz comido ayer?

—Tu comida. —Respondí, rodando los ojos algo obvia.

Chase tenía sus ojos en un punto fijo, sus manos se movían mientras hace lucir una pequeña sonrisa. Su cabello despeinado le adorna su hermosa cara, sus finos labios nos causan emociones positivas y algunos pecados.

Miré atrás de mi asiento y Jack dormía con su cabeza pegada a la redonda ventana; Vinnie estaba concentrado en el libro de portada roja, se veía atractivo con esos pequeños lentes de lectura. Sonreí a su presencia. Es un ángel al igual que Chase.

𝐔𝐬𝐭𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐘 𝐘𝐨 𝟐 ―Vinnie Hacker y Chase Hudson―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora