Silencio

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Esta es la historia que no me atreví a contar, que me pase años en silencio. Esperando que llegara el momento que pudiera volver atrás y haberme querido más. Pero por desgracia eso no pasara y ya solo me queda afrontar que me intento volver amar. Aun que siendo sincera, desconfió de mi misma.

¿Como confiar en quien te disparo? ¿Como volver a darle el arma a quien apretó el gatillo?

Pues fui yo misma quien tomo la pistola y en ese momento me dispare a mi misma, matandome, viendo como mi alma cae ante tus pies  porque sería incapaz de dispararte.

- Buenos días Roma. ¿Que tal estas?

- Kaos que haces aquí... si te pillan...

- BLA, BLA, BLA que hemos hablado Roma... 

Se empezaron a escuchar ruidos, era mi hermano otra vez discutiendo. Me sentia impotente, se me escapaba cada situacion que queria tener entre mis manos, como conseguir ser perfecta si estaba llena de defectos.

- Sabes no es tu culpa... 

- ¿De qué hablas Kaos?

- Pues que no es tu culpa, que tendrías que relajarte. 

- No lo entiendes.

-Si lo entiendo, pero cargar siempre con un montón de rocas ¿No te resulta cansado?

- Bueno a veces...

- Pues suéltalas... no tienes por que ser perfecta.

- Si lo fuera todo sería mas fácil ¿verdad?

- Para mi lo eres. Ven conmigo

Nos pasamos todo el camino tomados de la mano, mirándonos, riéndonos como dos críos sin sentido, tomados de la mano. Hasta que llegamos a un lago, era hermoso, se veía el reflejo de los arboles de sus alrededores. Era un lugar magico y me hubiera gustado que ese lugar hubiera sido nuestro lugar pero... como ya dije anteriormente, todas las situaciones se escapan de mis manos.

- ¿Que haces? 

- Tomó una piedra, ya que no las sueltas tú, las cojo yo. -Dijo Kaos tomando todas las que podía.

- Te vas a ensuciar.

- No seas aburrida, toma.

- ¿Este es tu plan? Tirar un montón de piedras - Dijo Roma riéndose.

- No son un montón de piedras. Son tus piedras, tus ideas erróneas. De tengo que ser 'la hija perfecta', 'la hermana perfecta', 'la novia perfecta', 'la amiga perfecta'. Tu eres como eres, y eso te hace especial.

-¿Especial?

- Lo eres.

-Venga tira la primera piedra y repite conmigo.

-No tengo que ser perfecta.

-No tengo que ser perfecta - Dijo Roma tirando la primera piedra, mientras se reía.

- MAS FUERTE -Dijo Kaos. Me asuste al escucharle elevar la voz.

- No tengo que ser perfecta -Dijo Roma tirando la segunda piedra aun mas lejos.

-Otra vez.

-NO TENGO QUE SER PERFECTA - Grito Roma llevándose por las emociones y comenzando a llorar. Kaos la abrazo.

- No permitiré que nada malo te pase, no volveré a dejar que lleves una carga que no puedas. 

Que bonito ¿Verdad? Parece tan perfecto. Una novela de amor, llena de frases cursis, con un final de vivieron felices y comieron perdices. Que gran mentira... eras mi espejismo favorito, que me hacia verte como yo quería. No como en realidad eras, pero me encantaba la forma en la que me mentias.

Así era como me hacías sentir al principio, así me hacías creer que eras. Ese chico con el pelo negro de pincho que me hacia sentir especial.

- Soy tan afortunado de tenerte. -Dijo Kaos  - Eres mi vida.

Lastima que tenías mas vidas que un gato y yo era una ilusa.

- Yo si que tengo suerte de tenerte a mi lado. Quiero pasar toda mi vida contigo -Dijo Roma.

    Yo si que fui sincera. Aun que no te lo creas. Aun que le contaras a tus amigos, que yo era la mala de esta historia. Yo simplemente me quedaba callada y, no porque fuera cierto. Si no porque no podía hablar mal de ti, no me atrevía a bajarte del pedestal que todos te habían subido. No tenía las fuerzas de defenderme. Porque siempre pensé que al fin y al cabo no eras tan mal chico como me hacías creer. Pero me equivoque, interpretaste tu papel y enhorabuena te ganaste el nombre de Oscar y desde entonces los trofeos se empezaron a llamar por tu nombre. Por tus lagrimas falsas, por tus actuaciones de chico bueno y dolido.

- Sabes cuando termine esta inversión, tomo el dinero y nos vamos. Dijo Kaos mientras miraba en el suelo las nubes junto con Roma.

- ¿A donde?

- Donde tú quieras.

- Pero aquí tengo a mi familia.

- Roma... tienes que pensar en ti.

- Y pienso en mí. Por eso te digo que aquí me quedo.

- Pero te lo estás perdiendo...

- ¿Perder el qué? Mi familia es lo que me importa.

- Te estás perdiendo vivir... No puedes quedarte estancada tienes que abrir tus alas y comenzar a volar... por ti sola.

Sonaba tan bien... ahora pensaréis que Kaos solo quería que volara... pero. Como volar, si termino arrancandome las alas para él poder volar lejos. Sin dar ninguna explicación. Solamente dejando ese amargo dolor que me hacia gritar de desesperacion. Pensando que ya no podría volar más... Que ya era hora de rendirme.

 Pero era verdad, esta mañana antes de irnos al lago, me marche, salte por la ventana de mi habitación y que demonios quería vivir... Quería saber que tan maravilloso es ese mundo. Él me quería enseñar a mirar más allá del horizonte y yo estaba decidida a vivir una locura, así que lo hice... vi ese mundo que me lo pintaba como si fuera un arcoíris pero, yo solo lo veía en color sepia.

Me llevaste a ver tu mundo... me metiste en tu jaula haciéndome creer que lo tuyo era una fachada y que por dentro estabas encerrado. Quiero que sepas que empecé a odiar esa libertad... Tu libertad... esa que me hacías creer que te faltaba, pero me mentiste, una vez más.


Sentirte en ruinas como RomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora