Mentiras

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Empezamos a ''vivir' pero eso no era vida,  no era la vida que me esperaba. Yo sé que muchos de ustedes me diran que me pierdo lo mas importante pero para mi fue un montón de basura. Porque todo lo que parecia felicidad en la noche se volvia oscuridad y angustia.

Y es que nos encantaba la noche pero de maneras diferentes. A mi me encantaba la noche para ver las estrellas, la luna, para bailar y escuchar el mar. Mientras que tú te convertias en un hombre lobo, en una bestia. El alcohol era la sangre de tus victimas que tanto necesitabas, mientras que yo solo quería bailar. Las noches se hicieron largas. Entonces una mañana me desperte en tu casa, y al ver la hora solo quería volver a casa con los mios.

Empece a caminar hacia casa, desorientada pero no por el alcohol si no entre mis pensamientos esa lucha entre lo correcto y lo prohibido.

Estoy buscando a Kaos, el otro día estabas con él ¿Dónde puedo encontrarle? - Dijo Gladiador.

No lo sé ¿acaso mi trabajo es saber dónde está? - Dije de manera borde.

Bueno, si no sabes donde esta tu novio es asunto tuyo - Dijo Gladiador- Dile cuando le veas que le estoy buscando.

Ya se lo dices tú, porque eso no es asunto mio entonces. -Dijo Roma siguiendo su camino.

Al llegar a casa, os podeis imaginar la situacion. Su hija habia desaparecido un día entero, ni si quiera habia dormido en casa. Al verla corrieron a abrazarla y despues de la emocion de saber que estaba todo bien, era el momento. El momento de tener una charla, el momento de golpe de realidad. Habia hecho mal, me habia escapado sin decir nada, pero como avisa el ave que va a despegar sus alas hacia un nuevo horizonte.

Alli estaba yo, en mi habitacion castigada sin salir, encerrada entre cuatro paredes, viendo las calles de Roma desde mi ventana. Amando a kaos, amandole en el día y en la noche. Ese amor tan toxico pero que necesitabamos. Allí estaba yo, atrapada en él. Mi droga letal. Mi castigo no era solo estar en mi habitacion, mi castigo era amarte hasta los huesos.

Eras tan impredecible, que me pase pensando en ti todo el día, todos los meses, todos los años y para que mentirme a veces te pienso, aun que no en la manera que tu querias, pienso en el daño que me hiciste. En tu manera extraña de amarme, y me atacaba la realidad mientras que yo solo quería difuminarla. Como explicar que lo que mas amaba era tambien lo que mas odiaba. No puedo describir cada situacion que me hiciste pasar en este libro, Kaos. Eras un puñetero hurracan dispuesto a arruinarlo todo y yo estaba en el ojo del huracan. No puedo revivir en cada pedazo de papel pero es mi manera de desahogarme, llamame loca otra vez.

Asi que no vamos a mentirnos, yo era un juego, un juego romano en tu circo. Dispuesta a morir por ti y ¡MIERDA! lo hice, me morí luchando, por un 'voy a cambiar' que luego resulto en un 'el chico que conociste murió'. Morí en cada mentira, en cada vez que te girabas para mirar a otra chica, en cada vez que te emborrachabas y me insultabas, en cada vez que te ibas y no decias donde, en cada vez que no entendias que No era un No, que me matabas cuando me controlabas hasta en cortarme el pelo o mi peso, en compararme con otras chicas. El ver que para ti yo nunca fui suficiente. Encima tienes los huevos de decirme que todo 'fue por mi culpa'.

Pero Kaos, no todo lo que brilla es oro, y ahora es mi turno. Mi turno para decirle a Roma que huya de ti... antes de que sea demasiado tarde, antes de que entre en ese circo y muera igual que su futuro. Es la hora que entres tú, que seas tu quien pelea hasta dejarse la piel. Porque si ahora tuviera que elegir entre yo o tú, la respuesta seria infinitamente yo.

- Hace un día esplendido ¿No te parece? - Dijo Gladiador mirando hacia arriba donde estaba mi ventana.

 - ¿Que haces aquí?¿Sigues sin encontrar a Kaos? - Dijo extrañada

Sentirte en ruinas como RomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora