006. The Coffee Shop

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ʜᴇᴀᴛʜᴇʀ

Camino de un lado a otro sin parar, mientras dejo una taza de té en la mesa seis, tomo la orden de otro cliente, me apresuro a la cocina donde se encuentran Mike y Sofía haciendo café hasta la locura.

-No entiendo porque toman tanto café, son unos holgazanes que ni siquiera se los pueden preparar en sus propias casas- Sofia maldice mientras sirve más tazas de café, Mike y yo solo reímos.

-Bueno, esos holgazanes son los que pagan tu universidad.- responde con gracia Mike. -Por eso mismo estoy a nada de conseguir un sugar daddy para Heaven.- dice sin interés en lo que le pasa la bandeja a otra mesera.

--¿Un sugar daddy? ¿En serio, Michael?. — Mi pregunta sale con incredulidad. --Consíguelo tú si tan desesperado estás.— atacó riendo.

--Estoy considerando seriamente.- declaró mientras continuaba sirviendo café y colocándolo en la charola, que yo tenía que llevar afuera.

-No se preocupen yo les puedo hacer un préstamo otra vez.

-Eres muy amable Sofía, pero ya nos has ayudado demasiado, y aun no terminamos de pagarte.- me apresure a decir antes de que Mike aceptara el dinero.

Colocó en una de mis manos la charola redonda y caminó con cuidado por el pequeño establecimiento, dejó las tazas en sus respectivas mesas y sigo tomando órdenes. “El rincón” como se llama la cafetería es popular por su inusual ubicación, está rodeada de montones de rascacielos de empresas muy importantes, a pesar de que la competencia (Starbucks) está a solo una cuadra de distancia somos bastantes queridos por los oficinistas, pues les atrae lo hogareño, casero, en un lugar cálido y menos superficial.

Salgo de la tienda y tomó las órdenes de dos de las cuatro mesas que están en la acera. Antes de entrar me percaté de alguien llegando a una de las mesas solas, regreso el paso y me acerco.

-Buen día, ¿Qué le gustaría tomar hoy?- pregunto monótona, es un hombre, viste un impecable traje gris y con un peinado perfecto, me doy cuenta de lo atractivo que es.

-Café negro.- respondió frío sin quitar la mirada de su celular.

Regresé a la cocina y le entregué las órdenes a Mike.

-Allá fuera está un hombre con la descripción que buscas.- bromeó con Michel cuando Sofía sale para entregar algunas bebidas.

-Yo no busco ningún hombre, ¿A qué te refieres?- está concentrado preparando cafés, tarda unos segundos en captar la broma. -Oh, ¿Te gusta como sugar daddy?- yo solo me río de él. -¿Quieres que yo entregué su pedido?- dice pícaro.

No deja que siquiera toque la charola cuando la toma y camina rápidamente hacia la salida.

-Michael, no, Mike espera.- grito en susurros, pero él no se digna a voltear. Sacó la cabeza por un costado de la puerta y veo a lo lejos a Michael manteniendo una amigable conversación con aquel tipo.

Después de unos minutos regresa con una sonrisa perversa.

-Al parecer le gustaría salir contigo.- es lo primero que dice cuando llega a mi lado.

-¿Qué? ¿Es enserio? ¿Qué le has dicho?- lo reprendo con enfado.

—Nada malo,— la sonrisa socarrona aún está en su cara. -- Lleva esto. -- me entrega otra bandeja y casi me empuja hasta la salida.

Camino solo unos pasos cuando veo en la pequeña hoja de papel, el número de mesa de aquel hombre. Se que Mike trama algo. Apenas salgo lo localizó con la mirada y me doy cuenta de cómo sus ojos me recorren de arriba a abajo, con un largo suspiro me acerco.

ɴɪɴᴇ ɴɪɢʜᴛs [5SOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora