Capítulo 16.

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"¿Qué sería de la vida sin algo de locura? , algo aburrida y más predecible de lo que ya es."

Tree Steven:

Me le quedo mirando fijamente con los labios apretado a la hoja que estaba en mi mesa, frente de mí.

Poco a poco podía sentir que crecía un nudo en mi garganta.

40 de 100.

Esa es mi nota en mi examen de física.

40 de 100.

Llevo literalmente 5 minutos diciendo eso en mi mente, cuando la profesora volvió a pasar por los escritorios, a recoger las hojas.

Cuando pasa a mi asiento hago que mis manos se formen unos puños, bajo de la mesa.

—Para la próxima puedes mejorar, Tree. Esperaba mas de ti—me murmura y yo me muerdo la lengua con suavidad, para no hablar.

Respire varias veces y le dedique una sonrisa forzada a Zara, cuando note que me mira. Ella, claro, no se creyó mucho esa sonrisa.

No tuve de otra que seguir con el día, sin decir ningún comentario de lo que sentía, ni de demostrar lo que sentía, ya que, muchos, a medida del día, intentaban hablar con Zara o conmigo para saber algo del caso de mi madre.

Incluyendo a los profesores. Pero, ellos, a diferencia de los estudiantes, con tan solo mi mirada, solo se disculpaban y me deseaban lo mejor.

Los estudiantes insistían y solo se iban con una amenaza de Zara.

Ahora estamos en la hora de descanso y yo estoy terminando de subir el techo de una de las tiendas que esta en el campus para disfrutar un rato con Zara.

Ella, estaba sentada, muy concentrada en sacarle un ojo a una ardilla sin hacerle daño al órgano.

—¿Me vas a decir lo que tienes o te lo vas a contener hasta explotar y pelearte con alguien?

Camino hasta donde esta ella y me siento a su lado, sin decir nada.

Ella suspira.

—Solo siento...—digo en un susurro—que todo esto... es demasiado para mí.

—¿No has pensado ir a un psicólogo?

Niego con la cabeza viendo el cielo.

—Tal vez te ayude, Tree—me recomienda—hablar con alguien y que te de consejos profesionalmente, te puede ayudar mucho. Sufres de maltrato infantil, ya no físicamente desde que Rosa esta secuestrada, pero si mentalmente. ¿O crees que no me di cuenta cuando viste tu nota en el examen de física?

Me quedo pensativa.

—Es malo guardarse tantas cosas...

—Lo se...

Pero algo en mi mente me dice que no será buena idea ir a un psicólogo ahora.

¿Le hare caso a Zara o a la vocecita?

Cierro los ojos y respiro profundamente.

Escucho como se abre una pequeña arteria y se escucha como bota un poco de sangre con fuerza.

—Ni se te ocurra mancharme, Scott—advierto y ella ríe.

—Descuida. Ya terminé, prepárate para grabar.

Me levanto perezosamente mientras ella hace lo mismo y busco en mi bolsillo del short que tengo bajo el vestido, mi teléfono. Caminamos escondida por el techo del local hasta encontrar un grupo de adolescentes.

Oscura LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora