Capítulo 21. (Parte 2)

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"La belleza es peligrosa, pero la inteligencia es letal."

Tree Steven:

Escucho como tocan el timbre una y otra vez.

Levanto la cabeza y veo como mi amiga la pelirroja esta en el quito sueño de Narnia.

Agarro una almohada y se la tiro en la cabeza. Ella se levanta de golpe quejándose.

—Joder, Tree, ¿Qué coño quieres? —se acuesta otra vez acomodándose.

—Están tocando el timbre desde hace media hora—le informo imitándola.

—¿Y por que no atiendes tu? —me da la espalda.

—Porque soy la invitada—le respondo.

—Invitada a limpiar—bufa.

Cierro los ojos y me pongo el brazo encima de mi cara.

Sigue el timbre y escucho como Zara gruñe.

—Ojalá sea de vida o muerte, porque si no yo hare que sea de vida o muerte—se levanta con pereza y sale del cuarto.

Me quedo en la misma posición por un tiempo.

Y me dieron ganas de tomar café, joder.

Me levanto a regañadientes y salgo de la habitación. Bostezo e intento acomodarme el cabello cuando estoy bajando las escaleras, me detengo en medio de ellas cuando veo a Cristian en la puerta de Zara.

El siento el peso de mi mirada y se voltea a mirarme para luego sonreírme—Feliz cumpleaños, preciosa. Lindo cambio.

La pelirroja se voltea y me mira con la boca abierta—Ah, ciertooo, es tu cumpleañoooos—exclama—ay perdón, no funciono bien cuando me despiertan a las siete am en un sábado—mira mal al castaño.

—Gracias—solo digo eso y termino de bajar las escaleras para hacer el café.

—Tengo una sorpresa para ti—habla el castaño y al escuchar eso siento un pequeño remolino en el estómago. ¿Por qué me emociona que me diga eso?

—No debiste molestarte—susurro.

—Solo lo hace porque el y los hermanos hicieron una apuesta con los regalos que te darán.

Volteo los ojos—arruinaste el detalle.

—Que mentira Zara, sabes que la sorpresa que le tengo a Tree, es de hace unas semanas. Ya lo tenia listo antes de la apuesta.

Esa confesión hace que mi corazón se acelere.

Parece que mi amiga nota algo raro en mi y me pellizca el codo.

—¿A qué has venido, Stabler? —cuestiona Zara.

—Los hermanos me mandaron a comprar unas frituras y a buscarlas—responde.

Ya con mi café listo me apoyo en la mesa y miro a Cristian. ¿Qué hizo anoche para que tuviera esas ojeras?

—Me iré a preparar entonces—comenta mi amiga—Tree, este te trajo ropa y Cristian—lo mira con amabilidad—¿puedes hacer el desayuno a la cumpleañera y a su fiel amiga?

El chico entre cierra los ojos, pero a la final asiente.

Camino siguiendo a mi amiga y cuando entramos a su habitación cierra con llave.

—Te tengo un regalo—dice buscando algo—quiero que lo tengas en todo momento, por favor. Te lo daré ahora porque se que los chicos no les gustara.

Vuelve a mi dirección y me entrega una caja negra.

Cuando abro la caja me sorprendo ver un cuchillo especial, el mango en negro y grueso con unos agujeros para poner los dedos y sostenerlo bien. El filo es de color morado con unos detalles pequeños de otros colores, es hermoso.

Oscura LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora