" ¿Qué tan duro, difícil y cruel puede ser tú pasado, que rompió tú corazón en tantos pedazos, al punto de extinguirlo? "
Episodio 17
|Mentiras y mas mentiras|
Me es difícil mantenerme quieta aunque sea por dos segundos. Mi cuerpo está en un zumbido constante, siento que en cualquier momento va a explotar. Las náuseas van y vienen a su antojo haciendo que vaya cada cinco minutos al baño.
Tengo un vacío en el estómago, hace horas que no pruebo alimento. No tengo hambre. Cada vez que veo algo de comida la bilis va a mi garganta y las ganas de soltarla me enloquecen.
¿Donde está la familia que me ayudaría?
¿Donde está el amor que necesito?
¿Donde esta?
Porque llevo años buscándolo y no lo encuentro.
Me encierro y pienso que eso es lo mejor. Me siento mejor, se me olvida que día es hoy y el porqué estaba tan triste. Me muevo como una enferma maniática por toda la habitación, tratando de concentrarme en un punto en específico, pero, no puedo.
Preguntas van, respuestas vienen y no se retienen.
Miro el gran reloj que está colgado al lado de la puerta, son las tres de la mañana. Tengo sed y unas ganas tan grandes de correr por toda la casa.
Salgo de la habitación y bajó rápido las escaleras.
—Mierda. —grito cuando ya estoy en el suelo. Me caí.
Me levanto un poco molesta ¿Quién corre a las tres de la mañana por las escaleras? Nadie, solo yo.
Me imagino como me hubiese visto desde lejos y me río un poco. No sé cuál es la gracias, solo es gracioso.
Voy a la sala y me quedo viendo el enorme sofá que está al frente mío. Todo lo que está en esta casa es grande. Corro hacia él y brinco antes de caer en el arrodillada.
—Aaaaah, que cómodo. Mi culito merece este descanso, después de esa caída.
Me acuesto y miro el techo blanco. Los latidos de mi corazón se aceleran sin motivo, pongo mi mano en mi pecho sorprendiéndome de la velocidad de estos.
Ricky.
Manos.
Papá.
Mamá.
De repente una profunda pena me consume. ¿Qué mierda hago en su cumpleaños? El cumpleaños de mi hermanos y yo me drogo.
Siento mi pecho inflar de la agonía. No quiero que el dolor llegue. Estuve tratando de alejarlo por tanto tiempo, tantas horas. No quiero otra vez lo que es sentirse un asco. Un monstruo.
—¿Elizabeth? —Escucho la voz en las escaleras pero no me muevo. Sigo mirando el techo tratando de controlar este dolor.
—¿Qué pasa Alex? ¿Qué quieres? —me río un poco por lo chistoso que me parece la situación.
Me dejó y ahora me busca.
—Solo... Hablemos.
—Después de todo ¿Quieres hablar?— mi risa se detiene— No quiero hablar con alguien que no sabe lo que quiere.
Mi voz tiembla un poco. Mi voz tiembla y juro que quiero arrancarme las cuerdas vocales para que no vuelva a suceder.
—¿Que quieres decir?
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Mi Maldito Romance
Teen FictionElizabeth empieza una nueva etapa en su vida, lejos de todo su pasado, luego de un accidente doloroso. Yendo a un nuevo colegio donde conocerá a los hermanos Brown. Alex y Max. Completamente distintos. Alex es reservado y callado, Max ruidoso y lla...