Querer.

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Episodio 19

| Querer|

Alex Brown.

Estaba hipnotizado con ese vacío profundo que veía en sus ojos, el brillo que tenía se había escondido en lo mas profundo y luego como un oyo negro, lo unico que veia en ella era nada mas que oscuridad.

Su mirada seguía fija en alguna parte de la pared que estaba a mis espaldas, con los ojos abiertos y la cara con semblante oscuro. Como si su mente estuviera recordando todo lo que vivió, una película de terror que avanza a una velocidad impresionante.

Sentí mis latidos crecer, la preocupación creció en mí y el miedo se esparce por todo mi cuerpo por su reacción ante mi pregunta.

¿Qué habrá pasado? ¿Cuánto habrá sufrido?

Esas preguntas estuvieron en mi cabeza la primera vez que la vi llorar, sus ojos estaban empapados mientras veía uno de los hermosos árboles. La miré embobada por unos segundos, se veía tan destruida, tan desahuciada, pero a la vez tan preciosa, su dolor se convertía en hermosura. Su dolor me atrajo. No sé pero después de esa vez lo único que ronda por mi cabeza es querer ayudarla.

—Elizabeth. —Pase mi brazo por su alrededor y la abrace. No quería su respuesta ni nada, solo que supiera que no estaba sola.

¿Por qué quiero ayudarla? Es confuso.

Al principio yo tampoco lo entendi, no sabia el porque quería proteger a una desconocida, después de todo consolar y ayudar no era lo mío, menos a personas que conocía en una semana. Pero entendí que algo en ella se reflejaba en mí. Una vez fui como ella, una vez estuve tan roto que no sabía quién era y que quería. El dolor de esa pérdida, el dolor y el vacío de esa persona llega a ti y te arruina.

—Alex ¿Por qué duele tanto? —Era aterrador. No lloraba, solo miraba la pared y temblaba de una manera sorprendente.

Pase mi mano por su castaño cabello y me dediqué a hacer sonidos tranquilizadores con mi boca. -Shhh, tranquila. - besé su cabeza incontables veces pero lo seguía haciendo.

—No lo entiendo. —escuche su voz romperse. —Mi hermano murió, Alex. Murió por mi. Por no dejarme. Por ser una tonta. Mi papa me lo advirtió, él lo hizo y yo. Yo simplemente... Lo mate. Yo lo maté, Alex. —Sus susurros dolorosos y su llanto quebradizo me hicieron estremecer.

No podía creer lo que escuchaba, se culpaba de la muerte de su hermano. La culpa de algo tan grande, de algo que puede acabar con cualquiera, estaba en sus hombros.

Por un pequeño momento un recuerdo vino a mi mente dejándome anonadado.

"Choco. Tuvo un accidente y no puedo sobrevivir"

El recordar esas palabras me hicieron revolver el estómago. ¿Como unas palabras pueden destruirse tanto a una persona? Quizás el recuerdo de aquellas es lo que más duele.

—No lo es. No es culpa de nadie. —La apreté más contra mi. Quería que sintiera mi cariño y calor.

No se que hacer y menos como actuar. Simplemente hago lo que me gustaría que hicieran conmigo en estos casos. decirme que todo estará bien aunque sea mentira.

—Confía en mí, todo estará bien.

—Soy un asco, por eso mamá ya no me quiere. —Levanta su cabeza y me mira. Mi corazón se desploma y me duele verla sufrir. —No me odies, Alex.

—No te odio. Yo... Yo te quiero, Elizabeth. —Me costaba mucho decir esas palabras pero con ella. Ella era diferente. Fuerte y frágil. Un pequeño fragmento de cristal, duro pero si lo golpeas en su punto blando, fácil de romper.

Mi Maldito RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora