Adicta

12 0 0
                                    

-No trates de cambiarme-es lo único que dije aun con pastillas a medio tragar en mi boca y un amargo sabor recorriendome el paladar-

Había frascos vacíos de pastillas por el suelo, vidrios rotos, paredes blancas y acolchonadas, tomar aquello ya era como tomar un desayuno un tanto amargo, pero no era tan duro como tener que ver el horror en sus caras llenas de hipocresía, esos seres que no se podían llamar familia, y se indignaban solo con saber que estaba viva, mi existencia era como ser una asquerosa cucaracha manchando su honor, estaba rota y eso lo sabia, era un papel arrugado y tan inútil que en unos años ya nadie volvería a rebuscar en sus cajones.

Vacilante los observé me miraban a través de una ventana de alta seguridad como si esto fuera un espectáculo de circo-Que mas quieren de mi-Grite algo euforica, mientras mis manos comenzaban a temblar, quería sufrir una sobre dosis con unas pastillas del tamaño de un supositorio eran tan amargas y me ahogaban al pasar por mi garganta dejando un mal sabor de boca, y un fatal dolor de estómago.

La muerte me hacia esperar mas de la cuenta, y me traía tan mal sentir su mirada sobre mi espalda, como pude terminar aquí....Es lo último que pude pensar antes de terminar callendo en un profundo sueño, solo pude sentir el golpe contra el frío suelo mi cabeza y cuerpo rebotaron unas cuantas veces y al despertar sentí mi cabeza aturdida y me hallaba en otro lugar estaba en el medio de una cancha y estaba el..

Vistiendo su uniforme verde agua venía hacia mi con su elegante porte y su fragancia batiendo por el aire, no comprendía lo que pasaba solo pude verlo tan aturdida que la cabeza me daba vueltas de solo mirarlo a el.

Tan preocupado corrió a ayudarme, su agarre firme me hacía sentir desconcertada, esos ojitos tan bonitos me traían tan enamorada, tanto que ya no podía verlos de otra manera.

Aunque se formaba un nudo en mi garganta de solo pensar en como llegaron a acabar las cosas, pero aun estando consiente de ello me conforme con tenerlo a ratos, tratando de olvidar lo feo que ocurrió ese día.

Estaba entre sus brazos los dos en ese suelo tan frío, titubeante las palabras no querían formularse y salir de mi boca.

Solo pude escuchar una palabra de su parte...-Estas bien? Llegaremos tarde-....Sin entender nada solo le indique con mi cabeza que si, aunque mi cuerpo me estaba matando de dolor.

Todo parecía estar en perfecto orden...Sin comprender nada me deje guiar hasta llegar a un lugar que ni en mis mas pesados sueños creí pisar alguna vez.

Ese lugar era tan grande recuerdo que siempre lo observe de lejos, mas nunca tuve la dicha de tenerlo tan cerca...

Al notar lo que llevaba puesto pude darme cuenta que lucía ese traje de enfermera que siempre soñé con usar, y nunca creí lo podría hacer, era tan remota mi ilusión el tan siquiera pensar o soñar que lo realizaría.

No entramos al lugar pero el no paro de tratarme con tanto cariño otorgando ese lugar que siempre le pedí y que nunca quiso darme.

Me cargaba en su espalda me besaba públicamente, sin importar quien nos viera, tomaba de mi mano y me hacía alucinar, con todos aquellos posibles finales felices, que porquería.

"Que débil soy"me repetía para mi misma una y otra vez me sentía como cuando había caído tan bajo en los narcóticos.

Si esto era otra ilusión bizarra para la colección de tantas, no querría que terminara.

Al menos en mi mundo de adicción sigues siendo mi mayor placer y si para tenerte tengo que fumar hasta tener los ojos rojos, créeme lo haría por ti las veces que haga falta, aunque no notes que estoy muriendo entre tus brazos, y que no tendré ese dicha que tienen todas al llevar a ese bebe de la persona que aman, mi cuerpo esta muerto es un campo vacío es un lienzo en blanco donde solo tu pintaste pero nunca me exhibiste.

Tal vez estoy muerta quizás ya me mataste y aun no lo puedo sentir, por ti tomaría el veneno, por ti caería en vicios, por ti moví mares cielos y tierras solo para verte un segundo, para después notar que tus pupilas ya no se iluminan por mi.

Tu sonrisa se la robo alguien, mas ella es una maldita ladrona me quito todo y me dejo las sobras pero no te importa dañarme, no me sueltas pero tampoco quieres tenerme solo amas la idea de que sea de tu propiedad.

Despertaba nuevamente a mi horrible realidad con un montón de vías agujas y amarrada de manos y pies a la cama, gritaba trataba de soltarme, pero todo era inútil es tu maldita culpa así como también es mía, por perderme en esos ojos bonitos conocí el mal de esta jodida maldición eres mi perdición.

No me digas que me amas odio sentirte tan cerca y a la vez tan lejos...

My LordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora