Hace cuanto no veo lo brillante de un sol, hace tanto no siento el elixir de un cielo con estrellas, solo me queda mi lengua afilada que si fuera veneno sería la cobra que mató a Cleopatra.
Y es allí donde a la deriva de mi agonía pude ver cómo el también solo era un espectador, uno más de esos que se dejó vender por dinero otro dueño más del circo tan sobre actuado que ella creo, uno de esos que no tiene conciencia de cuánto daño te han hecho y solo sabe justificarse y dejarte allí sola en un pozo dónde perdiste las uñas y tus ojos lloran sangre de tanto luchar por salir, puertas del infierno le llaman pero hasta el infierno sería más agradable que estar en este lugar tan vacío, mi mente rebobina y agoniza al recordar cómo fue tratada cuando aún estuve cuerda, como mis sueños y aspiraciones fueron echados a perder y golpeados como masa de pizza "no comerás pinturas" decía esa mujer aquella que ahora le aplaude a su varón que decida estudiar artes en lugar de algo de provecho, no existen santos sin idolatría no existen monjes sin conocer el poder de la avaricia, y no existe amor cuando hay dinero que pueda manipular tus sentimientos, y es allí donde piensas que tantos cortes debes tener para amarrar a alguien.
El no tenía las agallas para mirarme a la cara y admitir que se dejó comprar, ¿El dinero puede comprar lo que sea?o solo es débil la mente de quién lo manipula, ¿o acaso puedes cegar a los ojos del corazón? cuánto habrá costado tal acto de traición, ¿acaso tan bajo es mi valor?, esas preguntas estrujaban mi pecho y hacían un nudo en mi garganta, y nuevamente sentía la necesidad de tener un poco de dopamina por mi cabeza esa que solo sentía cuando de mi brazo cortaba, con burla los mires y observando a lo lejos con cobardía se notaban aquellos que desde el mismo vidrio roto me miraban.
-¿Acaso no les enseñaron que a la muerte es malo hacerla esperar?, es una anfitriona que irá por vuestras cabeza al compás, corona por corona buscando su final, de aquellos ingratos injustos pecadores vendidos y derrochadores que no tuvieron conocimiento de la piedad, vuestras almas arderán y sobre sus tumbas bailare y en el infierno vuestras caras escupire y sus huesos en polvo convertiré-Ellos me observaban y a lo lejos podía aspirar su miedo, ella en especial me miraba como si fuera yo el acto principal de su circo reía para mis adentros hasta darme cuenta que mi risa inundaba el lugar, rasgaba mi cara sin control mientras aquellos me miraban con pavor-
el no tenia el más mínimo valor de aceptar de aceptar aquella responsabilidad afectiva esa a la que me volvió codependiente, era mi única esperanza entre este camino oscuro, el fue aquello a lo que por un momento llegué a creer en su palabra y en el supuesto amor que me profesaba.
-A dónde fue el amor, por un momento pensé serías mi salvación, pero...Tu estás tan enfermo como yo-dije para callar lo último y quedar en un silencio estremecedor sentí que el aire me faltaba y mis latidos se aceleraban me estaba ahogando con una mezcla rara de sabor a sangre y anestesia que por mi garganta paseaba, trabando mi conducto respiratorio y rezando por no morir aún.
En plena agonía pude ver cómo el desesperaba aún por mi, pero bajo su nuca habían miradas amenazando, el precio de la traición cobraba facturas pero el corazón aún sentía un débil palpitar, el no tuvo miedo a romper el vidrio que desde aquel lado nos separaba choco contra este, y se dejo caer en peso desde una altura considerable su golpe fue amortiguado por aquel piso acolchonado, y aquellas paredes blancas que con mi piel ya muy pálida y casi morada por asfixia resaltaban, el no tardó en levantarse y en acercarse a mí me tomo en sus brazos mientras yo solo moría lento, todo se hizo oscuro lentamente mientras el trataba de mantenerme viva para que con mi propia sangre no me ahogara tosia en su cara y de sangre le manchaba.
-sueltame, tu corazón ya no es mío tú vendiste tu lealtad y a mi corazón le clavaste una daga-susurre por lo bajo mientras terminaba de perder la conciencia que me quedaba-
No podia quejarme de este lugar prefería mil veces la muerte antes que estar en ese maldito lugar donde mis palabras siempre debían ser mudas y mis oídos sordos, lugar donde mis luces siempre eran apagadas, luces que alguna vez llegaron a ser sueños de los cuáles ella misma se encargó de matar, por qué nada nunca llegará a llenar sus estándares tan altos o su vacío interminable que almacena su gordura, si alguien esta libre de pecado que tire la primera piedra...
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My Lord
DiversosEl veneno de un alma contaminando a la otra, es una maldición que se vuelve tentación, si por besar aquellos labios me condeno a la muerte quiero bailar con el diablo y morir entre tus brazos. noche tras noche contigo, para darte mis últimos suspir...