Besos de ceniza II [Ziggy Berman]

El hombre torcido

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Narra Allison

La verga nos trajo y la verga nos va a llevar.

-Pasa, estupida!- me dijo Madison desesperada al verme parada.

-No puedo..- dije asustada tratando de pasar por la puerta pero era como si algo me detuviera.

-¿Que? No- negó tomándome del brazo para arrastrarme a la salida pero no podía.- Allison deja de jugar- me ordenó seriamente.

-No estoy jugando, idiota! No puedo salir- exclamé alterada. Mierda todo iba bien, porque tiene que pasar esto.

-Esta bien..encontraremos otra salida- dijo mirando a los pasillos.

-No hay otra salida- dije mirando hacia atrás. Al otro final del pasillo vi mi rama en el piso. Eso era! La maldita rama.-Madison, la rama.- murmure

-Que tiene que ver con..-un estruendo a un costado del pasillo la interrumpió. Era una criatura alta. Genial solo falta que salga el conejo de Alicia en el País de las maravillas.

-Vamos, corre!- exclamó jalando mi mano para correr hacia la rama. El grandulón seguía persiguiéndonos y carajo si daba miedo.

-Había un hombre torcido, y caminó una milla torcida- El gigante empezó a cantar- Compró un gato torcido, que atrapó un rato torcido- siguió cantando, ni que fuera Highschool Musical, pensé.- Y todos vivían en una pequeña casa torcida.- su voz se empezó a hacer más grave.

-Sigue corriendo Allison- dijo Madi apretando mi agarre. El sujeto empezó a cantar más y más fuerte. Su voz era horrible y tenebrosa, canta mejor Ruby Lane que el.

-Soy el hombre torcido- gritó riendo.

Me cague 😆😀

-Tómala!- exclamó Madison señalando a la rama. Estuve tan perdida en el grandulón ese que había olvidado la rama. La tomé y empezamos a correr por otro pasillo, Madison le arrojó un tubo de metal que había encontrado distrayéndolo.

-Corre, corre- susurró apresurando el paso. Estábamos cerca de la salida pero el Hombre torcido empezó a correr más rápido alcanzándonos.

-Madison!- le grité al ver al grandulón aventarla a la pared dejándola inconsciente. Puta madre.

-!¿Que es lo que quieres?!- pregunté retrocediendo- ¿!clases de canto!?- le grité, sentí mi espalda tocar la pared.- Te gusta cantar ¿no?, Eh...you are, my fire, the one dis- empece a cantar cuando me tomó del cuello.

-N-no te gusta e-esa canción- dije con dificultad mientras él apretaba su agarre.

Como dije. La verga nos trajo y la verga nos va a llevar.

(...)

Narra Alice

-¿Puedo regresar?- le pregunté a Reginald el cual sólo negó.

-No lo creo, podrías afectar algo en su mente.- explicó nervioso.

-Estaban detrás de mi! Porque se tardan tanto- dije desesperada, no debí dejarlas ahí.

-Tranquila, estarán bien- Cindy tomó mi mano.

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Estamos cerca del final