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Fecha: 12 de Junio del año 2005

Salimos de la habitación tomados de la mano, tal como lo había dicho, Draken se encontraba fuera apoyado en la pared con los ojos cerrados.

Al vernos, una amplia sonrisa se dibujó en sus labios.

— Finalmente.

Se acercó a nosotros para darnos fuertes abrazos, era como sí esperaba todo este desarrollo. Parecía incluso que él ya nos comprendía desde antes que pudiésemos ver lo que sentimos el uno por el otro.

— Bien, y, ¿ahora qué?—preguntó Draken curioso.

— Ahora Rui y yo tendremos una cita—respondió Mikey por mí, aquello fue una sorpresa—. ¿Vamos?

Asentí sosteniendo su mano y partimos como un par de niños con el mundo a sus pies.

En ese momento deseaba que el tiempo se detuviera allí, quería plasmar cada facción de Mikey en mi corazón.
Desde sus sonrisas nerviosas hasta las veces que se perdía observando los modelos de motocicletas clásicos.

— Mi hermano dijo que tiene una sorpresa para mí—habló Mikey con cierta esperanza en su voz—. Aunque no lo he visto desde hace un tiempo, pero según sus palabras planea venir en un tiempo más.

— Es bueno saber eso, Shinichiro no ha venido un largo tiempo.

Respondí recordando la ultima vez que lo vi.

Mikey asintió.

— Mira, ya llegamos.

Nos encontramos fuera de un conocido local de comidas, Mikey abrió la puerta para mi, aunque siempre ha sido muy atento, estos pequeños actos desde hoy tienen un sabor aún más dulce.

— ¡Vaya Mikey! ¿Con quien vienes hoy?

El dueño del local nos recibió con una amplia sonrisa, Mikey se limitó a saludarle con sólo una mirada amable.

Mientras tomábamos lugar en el rincón, Mikey pedía algo para comer.

— Descubrí este local hace un par de días, la comida no es mala y el ambiente es tranquilo.

Explicó.

— ¿Tú y tranquilo? ¿Es posible que esas dos palabras vayan en la misma oración?

Reí.

Mikey observaba en silencio como me burlaba de él, pero no de forma incómoda, era como sí él estuviese deseando lo mismo que yo.

Detener el tiempo.

Nos quedamos observando la nada por un momento, a ratos volvía ese silencio cómodo entre nosotros sin saber qué añadir a la conversación.

Hasta que, algo en la mesa del lado llamó mi atención.

Una pequeña banderita sostenida por un delgado palo se encontraba abandonada.

Estire mi mano para poder alcanzarla, una vez con ella no pude evitar sentir alegría.

— ¡Mikey, mira! Es tan pequeña...

Mis ojos brillaron con entusiasmo, me sentí una pequeña niña con aquel pequeño objeto.

— ¿Te gusta?—preguntó.

Asentí en respuesta, mis mejillas estaban rojas.

— Por supuesto, estoy segura que hará que toda comida se vea genial. Es como un distintivo.

Mikey sonrió con cariño.

— Entonces, me encargaré de que cada vez que vengamos aquí, tú comida tenga una de esas.

>> Ruleta << Tokyo Revengers/ MikeyxTuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora