>> Ruleta << Tokyo Revengers/ MikeyxTu

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Fecha: 15 de Julio del año 2005

— Aaaah...que agradable es esto.

Dije mientras estiraba mi cuerpo, después de mucho tiempo hemos decidido venir a la playa nuevamente.

Solo el grupo de fundadores esta aquí.

— ¡Rui, vamos!

Draken pasó junto a mi corriendo, se reía tan fuerte que era contagioso.

— ¡El último en llegar al agua es un pez podrido!

Todos comenzamos a correr sin pensarlo, para mi sorpresa Mikey sostuvo mi mano haciendo que lleváramos el mismo ritmo.

Aunque Baji nos ganó junto a Kazutora, Pah-chin y Mitsuya fueron los últimos en llegar.

— Aaah—se quejó Mitsuya—. ¿Por qué se comportan aún como niños? Solo pierden su tiempo, hay muchas chicas guapas para ver aquí.

Con eso, él y Pah-chin partieron a acomodarse en la arena, prepararon lo necesario para quedar muy tranquilos bajo sombra.

— Rui mira esto.

Mikey, que aún sostenía mi mano se puso de cuclillas en la orilla, pues había encontrado un pequeño insecto de arena*

— Draken odia estas pequeñas criaturas.

Añadió mientras reía de forma maliciosa, solo en ese entonces soltó mi mano para acercarse a Draken que nadaba tranquilamente de espalda, Mikey le dejó el pequeño insecto en la frente con sumo cuidado.

— ¿Ah? ¿Qué me haz puesto?

Cuando el pequeño bicho comenzó a mover sus patas sobre el rostro de Draken, este perdió toda la tranquilidad y entre gritos salió disparado del agua.

Mikey se ahogó de tanto que reía al ver la reacción de Draken.

Bueno, todos nos reímos de él.

— ¡Tú, maldito enano!—gruñó Draken apuntando hacia Mikey, este corrió escondiéndose tras de mí.

— No te atrevas—dijo Mikey—. Rui está aquí para defenderme, ¿no es así, Rui?

— Pero, Mikey...tú.

Dije tratando de zafarme, por más que lo quiera, tampoco quería ser víctima de la ira de Draken.

Baji llegó corriendo junto a Kazutora, ambos venían con sonrisas extrañas.

Pensé que tratarían de calmar a Draken, pero en cambio, ambos se abalanzaron sobre él para luego tumbarlo en la arena.

— Una debilidad de ser un tótem como tu es que eres más lento para actuar.

— Veamos como escaparas de esto.

Kazutora y Baji se movían cada vez con más velocidad, estaban decididos a dejar a Draken enterrado en la arena.

Y, después de unos cuantos minutos lo lograron.

Pasamos el día entre risas y juegos, Mitsuya y Pah-chin eran los más tranquilos del grupo, pues se dedicaron a observar todo lo que quisieron.

Apenas el sol comenzó a ponerse en el punto más hermoso y el aire de la costa comenzaba a helar, Mikey sostuvo mi mano para guiarme hasta una zona donde estuviésemos apartados de los demás, aunque los veíamos, no podrían escucharnos hablar.

— Es hermoso, ¿no crees?—pregunte mientras nos sentábamos en la arena, el color rojo del cielo sobre nosotros y el sol ya anaranjado es todo un espectáculo.