Epílogo 2/2

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Narra Borja

Varios años después

El trayecto en ascensor siempre era silencioso. Raúl pensaba en sus cosas distraídamente y yo le observaba hacer distintas expresiones por cada pensamiento que pasaba por su cabeza.

- Sigues pensando que fue precipitado. - Comenté apoyándome en la pared del ascensor.

- No pensaba en eso. - Respondió cerrando los ojos y bostezando.

No solíamos pasar demasiado tiempo a solas, pero cuando lo hacíamos lo disfrutábamos lo máximo posible.

- Conozco cada expresión que haces y hay algo que te preocupa. - Añadí cogiéndole de la mano.

- ¿Sabes que quiere estudiar Damian? ¿Sabes si quiere estudiar? Está terminando el curso, y no nos ha dicho nada. - Murmuró preocupado.

¿Damian no había dicho nada a Raúl sobre los estudios? Debí haberlo intuido cuando me pidió que no le dijera nada.

- Dentro de poco cumplirá los 18. Que siga su camino. - Suspiró resignado saliendo del ascensor al llegar a nuestra planta. Fui tras él viendo como se estresaba por ese pensamiento.

Si tan solo supiera todo lo que Damian me contaba.

Raúl abrió la puerta y entramos a nuestra casa.

Se sentía tan bien poder tener una família y un hogar con Raúl.

- ¿En el sofá? ¿De verdad? - Preguntó Raúl haciéndome volver a la realidad. Miré hacia su dirección y aparté rápidamente la mirada.

- Como si vosotros no hubierais hecho cosas peores en él. - Respondió mi hijo.

Damian y Atenea estaban haciendo cosas en el caro sofá italiano.

- Una habitación para ti solo y tienes que hacerlo aquí. - Raúl chasqueó la lengua irónicamente.

- ¡Papá ya basta! - Gritó Damian sonrojándose. Raúl y yo soltamos una carcajada dejando a los dos adolescentes vestirse.

- ¿Te llevo a casa Atenea? - Preguntó mi pareja desde la cocina guardando la cena que había sobrado del restaurante.

- Por favor. - Murmuró ella, probablemente muy avergonzada.

[...]

- Tu padre no sabe nada de lo que quieres estudiar. Se desespera pensando que no confías en él o que no quieres hacerle partícipe de tu vida. - Comenté a Damian apoyándome en la silla del comedor.

- Papá piensa demasiado las cosas. Siempre ha sido el primero en saberlo todo, pero quiero que esto sea más bien sorpresa. - Se encogió de hombros buscando su camiseta.

- Creo que se la ha llevado Atenea. - Intenté solucionar la búsqueda de la camiseta. - Y tu padre no es demasiado de sorpresas.

- Pues por una vez tendrá que aceptar una. - Asentí. - Él sabe que es mi modelo a seguir. Tú también, pero ya sabes a que me refiero.

- Es un poco tonto cuando quiere. - Damian asintió. - ¿Atenea y tú? - Pregunté tras un rato.

- Amigos. - Respondió rápidamente.

There ain't nothing common about us (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora