Cuando por fin me hablaste, me dijiste que tenias miedo.
Estabas aterrado de no ser un buen padre.
No te preocupes, serás el mejor.
Compramos un helado, y comenzamos a caminar.
Como en nuestra primera cita, ¿recuerdas?
Tu celular vibro, contestaste y comenzaste a sonreír.
Era Amy.
¿Por qué ella puede hacerte tan feliz? ¿Por qué yo no puedo hacerlo?
“-te amo”
Esas fueron tus últimas palabras, y cortaste la llamada.
Mi corazón está quebrado, en miles de pedazos.
Y nunca sanara.
Me dijiste que tenias que irte.
Me diste las gracias y me abrazaste.
Puedo sentir que esta será la última vez que te tenga tan cerca.
Y entonces te alejaste.
“-te amo”
Pero no lo escuchaste.
Te amo, Michael.