Sydney, Waverley Cemetery.
15 de Marzo, 2015
Querido Michael
Tal vez no estábamos destinados a ser.
Pero te aseguro que cada uno de los momentos que pasamos juntos, fueron los mejores.
No sé si lo fueron para ti, pero yo no los reemplazaría por nada.
Decidí irme, porque así debía ser.
Lo hice por ti.
Por Amy.
Y por él bebe que seguramente estará conmigo en estos momentos.
Porque los bebes antes de nacer son ángeles, ¿lo sabias?
Te prometo que lo cuidare hasta que sea su momento de partir.
No sé si te sientas triste, o culpable, o algo así.
Porque no creo haber significado nada para ti.
Pero en el caso de que te sientas culpable, te diré algo.
No lo sientas, no fue tu culpa, fue un error mío.
El haberme enamorado tan ciegamente, fue solo mi culpa.
Entiendo que tú eres feliz con Amy, y lo respeto.
Me siento feliz por ti.
Recuerdo que una vez dijiste que nunca estarías en algo serio con una chica.
Y entonces Amy llego.
Me pone muy feliz saber que lo lograste.
Lograste formar una familia.
Gracias por todo, antes de ti mi vida no tenía sentido.
Me sentía vacía.
Pero entonces llegaste, y todo cambio.
Te deseo toda la felicidad del mundo, porque te la mereces.
Suerte en todo, serás un gran padre.
Cuando te sientas triste, o con la necesidad de hablar con alguien, solo escríbeme.
Como puedes ver en la parte superior de esta carta, escribí el lugar en el que quiero estar.
Solo déjame ahí las cartas, las leeré.
Ahí es donde está mi familia, y quiero estar con ellos.
Prometo escucharte, bueno más bien leerte.
Siempre estaré contigo, pero no de una forma macabra por supuesto.
No quiero despedirme, pero debo hacerlo.
Asique una vez más, te daré las gracias, tan solo por existir.
Hiciste que mi vida mejorara.
Gracias.
Te amare por siempre, Michael.
Te mando un gran saludo.
Hasta siempre.
Emily