10 Escrito

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Corría por todo el jardín descalza no le importaba llenarse los pies de lodo y pasto.

Había terminado de llover por lo que salió a brincar sobre los charcos de agua, se escuchaban sus risas y carcajadas hasta el palacio. Toda ella irradiaba luz y alegría con tan solo sonreír.

Su padre la tomó en brazos y le daba vueltas en el aire...era el momento dónde recuerda haber sido más feliz.

Ahora regresando a su realidad, ella estaba frente al hombre que la volvía loca y no de buena manera, ese hombre que siempre parecía burlarse de la desgracia de ella.

Mikasa suspiró ya resignada «Es todo o nada, el que no arriesga no gana» Se repitió mentalmente.

— Mi respuesta es que... Si acepto su propuesta y estoy dispuesta a poder... — Tragó duro no se sentía capaz de decir lo siguiente — Amarlo, pero por favor ahora yo necesito de su ayuda— Casi suplico lo último.

— De acuerdo... solo dime algo ¿No robaste nada verdad?

— Por Dios tengo tiaras y medallas de Hizulita más valiosas que ese anillo ni ganas de robarlo me darían, ¿Por qué tipo de persona me tomas? — Mikasa se sintió ofendida.

— Tranquilízate solo fue una pregunta, igual no pareces una mujer interesada

— Nunca lo he sido, siempre tuve todo joyas, vestidos, muñecas y más inclusive si no lo pidiera siempre estaba rodeada de regalos por lo que con el tiempo deje de verle el valor a las cosas más que sólo el valor sentimental...

Después de un silencio un poco incómodo Levi dejo de lado sus cosas y se levantó de su escritorio encaminado a la puerta.

— Anda, tengo que hacerle por lo menos un cateo a la recamara para aparentar.

[...]

Mikasa estaba nerviosa el hecho que revisaran sus cosas le era algo vergonzoso inclusive si fuera alguien que sabía su identidad le seguía haciendo incomodar.

El capitán revisaba un par de cosas y otras las ignoraba tampoco le agradaba irrumpir en la privacidad de otros.

Hasta que encontró una fotografía, era pequeña y estaba un poco maltratada, tomó la foto y la guardó en un bolsillo de su chaqueta.

— Todo limpio no encontré nada del anillo ni tampoco algo fuera de lugar a excepción de la cajetilla de cigarros — Sacó de la cajita un par de cigarrillos y los mostró, para después entregársela a Eren — Ackerman sígame

Salieron de la habitación y se quedaron en el pasillo, Levi le entregó una llave en mano a él.

—¿Sabes leer y escribir? — Preguntó y ella asintió. — Bien necesito que vayas a mi oficina y termines un par de escritos, como seguiré con las inspecciones no podré terminarlos a tiempo ¿Puedes hacerlo?

— Si — Se dio la vuelta y comenzó a caminar hasta que se detuvo y volvió a mirarle con una sonrisa — Gracias por cubrirme.

[...]

Le había sido fácil hacer los escritos pues si bien al ser parte de la familia real una de sus obligaciones era el hacer ensayos y lecturas. Gran parte de su labia se la debía a los libros.

Ahí estaba ella terminando de limpiarse la manos con un pañuelo, puesto que las tenía manchadas de tinta.

Volvió a releer su escrito buscando faltas de ortografía o puntuación se sintió orgullosa al no encontrar ningún error.

Al terminar dejo las cosas en su lugar, ya después el capitán leería su ensayo ahora se disponía a salir de la oficina.

Sin embargo justo cuando iba a salir, aquel hombre entró a la oficina, claro el se sorprendió de verla aún ahí.

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