Alocarse ; Lautaro Martínez
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Estar metido en un triángulo amoroso no era la mejor idea, pero simplemente no puedo elegir entre Agostina y julieta.
Dos personalidades totalmente diferentes, frío, calor, agua, fuego, noche y día.
Y esta de más decir; Capricornio y Leo.
Toda mi infancia se basó con Julieta; Mi primer gran amor, la típica "mejores amigos", hasta que me confesé y fue mutuo, todo era demasiado sanó como para ser real, nuestro amor era puro e inocente, hasta que empecé a rendir a nivel profesional, me ficharon en Racing Club y ahí todo cambió porque llego Agostina para cambiar todo mi mundo.
La conocí en un boliche saliendo de festejar un gran triunfo para el equipo, estaba bailando sola y eso hizo que dejara de pensar en Julieta, esa noche porteña estuve con Agostina, me olvide por completo de la existencia de Julieta, pero cuando me desperté la rubia ya no estaba, ahí supe que la había idealizado en toda la noche pensando que se quedaría conmigo, claramente no fue así.Con Julieta nunca fuimos más que "Amigos" si es que se lo puede llamar así, no teníamos un título como tal y cada uno podía hacer la suya, algo que Julieta nunca entendió porque se privó totalmente de todo mi amor.
Por otro lado, Agostina. Es una piba que siempre la encontraba en fiestas, o más bien en la noche, era una piba que se toma muy en serio el concepto de La vida es una y le chupa todo un huevo, con un algo que la hace tan ella. Con su carácter, me apoyo hasta en mis peores noches, cuando venia mal de un partido o simplemente los comentarios de los demás llegaban a afectarme mucho.
Por qué así era yo, atrás de toda esa coraza fría que tenía estaba un pibe sensible en un mundo nuevo, un mundo en donde se te exige demasiado por más que seas un pibe.
El fútbol fue y va a ser mi prioridad siempre, ante todo, mi familia me apoyaba, Agostina era la única piba con la que yo podía abrirme sentimentalmente, expresarme como me sentía, pero lo de ella era escuchar, apoyarme y desaparecer en la mañana, algunas veces lograba quedarse y pasar la mañana juntos.
Para ella yo era su amigo y solo iba a ser eso.
Y con Julieta todo era lo contrario, le tengo un amor incondicional, no me malinterpreten yo si la quiero demasiado , pero Julieta nunca entendió la pasión que yo sentía al jugar. Ella no me apoyaba, aunque si se quedaba conmigo cuando tenía un problema familiar.
Lautaro Martínez
Agostina Domínguez
Julieta Díaz
Es asi como me volvi loco por la morocha y la rubia.