Las miradas entre Julieta y Agostina no se quitaban, cada una de ellas en cada esquina charlando con los amigos y familiares de Martínez.
Lautaro pov's
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Nosotros ya nos vamos hijo—Dice mi viejo y proceden a guardar sus cosas, ya 2am, con los chicos quedamos en cancelar la joda y escabiar entre nosotros para pasarla mejor.
—Hace alto frío—Protesta Marcos, un amigo—.
—Y si sos de river, como para no tener frío—Se ríe Agostina
—No te me agrandes que vos sos bostera mucha no podes decir linda—Le guiña el ojo haciéndose el canchero.
Le llega a decir linda una vez más y juró que puedo llegar a desconocerme a las piñas. —¿Y son novios?—Pregunta Julieta girando la conversación a otro rumbo.
Agostina le dedicó una mirada fugaz y respondió;—No, somos amigos—. —Ah, que raro tratas a tus amigos—Se ríe ahora irónica Julieta.
Ya el ambiente empezo a estar tenso debido a las dos que no paraban de lanzarse miraditas y yo no sabia como frenar todo esto para que no llegue lejos.
—¿Tenes algún problema, hermana?—Agostina se levanta y encara para el sillón en donde estaba sentada Juli.
—¡Bardoo!—Suelta uno de mis amigos y lo fulminó con la mirada, lo que menos necesitaba ahora era que estos pelotudos aválen estas cosas.
—Che—Digo y me pongo en medio de las dos, que para mi suerte (sarcasmo) Julieta ya se había levantado del sillón.
—Chicas, no se peleen, menos por este feo—Bromea, Sofia. Una amiga del barrio.
—Nadie esta peleándose So, pero me gustaría saber si tiene algo para decirme que me lo diga de frente nada más, aparte ya aclaré que Lautaro es mi amigo, no es tan difícil entender eso—Se da media vuelta y se sienta en el sillón con Marcos.
—Lauti, ¿Quien se queda a dormir?—Julieta me mira dejando de lado el tema de Agostina, y en cierta forma se lo agradezco que no le haya seguido el mambo porque las dos tienen bastante carácter y esto no iba a terminar bien de ningún lado
—Yo me voy, tengo algo sueño y la verdad que estaría necesitando mi cama, Agos venís conmigo?—Se levanta Marcos, Agostina imita su acción y se pone a saludar a todos, hasta llegar al último; yo.
—Te podes ir bien a la mierda vos también—Le susurró en el oído cuando me da un beso en la mejilla de despedida y me voy a mi habitación dejando a todos.
Obvio que puede tener su libertad, hacer su vida y estar con quien quiere, pero no puedo evitar sentirme traicionado. Aunque ella me lo aclaró mil veces en todos los idiomas que lo nuestro era solo disfruté del momento y que no iba a llegar lejos.
—Ey—Agostina entra en la habitación y cierra la puerta—¿Todo bien?—Agrega.
—Te están esperando—Trató de no mirarla y me pegó mentalmente por haber dicho semejante barbaridad, ya le di a entender que estaba celoso de que se vaya con Marcos. —Somos amigos, Lautaro—Se apoya en la puerta y me mira con desaprobación.
Ella odia hablar de esto conmigo, odia aclarármelo cada vez más, y yo en cierta parte odio encariñarme más a sus tratos.
—Amigos cuándo yo quiero ser más que eso, ya se que no queres escuchar todo lo que tengo para decir, pero yo necesito que me escuches.—Hago una pausa para tomar aire—Te lo dije mil veces de que necesitas a alguien que te demuestre amor y no es por agrandarme, pero se que yo si te puedo brindar eso y más, me cansé de ver como te tratan de juguete sexual nomas y no aprecian todo lo que tenes para dar, me encantaría ser yo quién te pueda valorar como te lo mereces, Agos, yo te quiero—Me acerque a ella y suspiré.
Fue un te quiero demasiado honesto, todo lo que decía fue honesto, lo que también fue su reacción; Agostina me quitó la mirada de encima
—Ya sabés como son las cosas Lautaro—se da la vuelta para abrir la puerta—No necesito de tu querer.—Sale de la habitación y me quedó solo.
Duele porqué por un momento pensé que me iba a decir todo lo contrario, que iba a llegar abrirse y decir que si siente algo además de la atracción sexual pero nada.
