~4~ Erase una vez un príncipe

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6 / Julio

Esta es la historia de un reino, un reino donde viven valientes caballeros, reyes queridos, y aspirantes a héroes.

En los orígenes de este reino sin nombre los primeros gobernantes elegidos por el pueblo descubrieron que en sus tierras pasaban cosas maravillosas, en el norte, había artesanos que hacían volar sus alfombras, en el este había una isla llena de pequeñas criaturas que parecían personas pero tenían alas de diversos colores, y con el polvo que fabricaban podías volar, y en el sur había extrañas criaturas, algunas escupían fuego, otras se transformaban en personas y otras podían hacer realidad tu mayor deseo si lo deseabas de verdad.

Todos vivían en perfecta armonía ya que solo había una regla, no cruzar el portal del Olimpo, un gran arco que había en la falda del monte Olimpo donde vivían los dioses, el portal llevaba al mundo humano y si alguien revelaba el secreto a algún humano las consecuencias serían nefastas.


El tiempo pasó, algunos habitantes hicieron cosas increíbles y las historias fueron escritas, hubo tantas que hicieron una biblioteca en una península al sur de la isla, y unos siglos después de la primera historia que fue escrita el reino había prosperado, y los gobernantes y jefes ahora se llamaban reyes y vivían en enormes castillos, en uno de ellos en el este vivía un joven príncipe cuyo sueño era ser un gran héroe y que su historia estuviese en uno de los grandes libros de la biblioteca, mientras tanto el chico celebraba con sus padres el gran día, ya que ese dia no solo cumplía dieciséis años, sino que aparte le nombrarían caballero....

- vaya, no me puedo creer que ya tengas dieciséis- dijo su padre

- parece que fue ayer cuando aprendiste a hablar y en pocas horas vas a dar tu primer discurso real

- cierto, una pena que la princesa Aurora no lo vaya a ver

- padre- dijo entornando los ojos

- ¿Que?, No me digas que no te gustaría ver a tu prometida escuchando tu discurso y aplaudiendo, si no hubiese sido por la mujer dragón ahora estaríais juntos y no tendrías que esperar tres años más para casarte y ser el rey

- Humberto querido, nuestro Philip necesita ánimos ahora no que le recuerdan cosas de cuando tenía tres años

- es verdad querida, pero no puedo contenerme, estoy demasiado nervioso

- se nota querido, pero mirale, está tranquilo y parece todo un rey

- si, ya me imagino en tres años, serás el orgullo del pueblo cuando te pongan esta corona, ah, hablando de coronas, Ingrid querida, acércame la caja por favor-

La joven reina le llevó a su esposo la caja de madera que estaba en una mesita en un rincón de la estancia y se la dio al rey

- ven aquí hijo mío

Abrió la caja y en el interior se hallaba una brillante corona de plata con piedras preciosas incrustadas

- esta corona está en nuestra familia desde hace generaciones, y ahora es tu turno, llévala con orgullo

- lo haré padre

El joven vio con sus brillantes ojos azules como su madre la sacaba con cuidado y se la ponía en la cabeza, era un poco pesada, se giró hacia el espejo que había en la pared y se miró en general, el joven príncipe era un muchacho apuesto con pelo ondulado de color rubio oscuro con reflejos castaños y ojos azules como el mar con notas grises, pero el atuendo que llevaba lo hacía aún más apuesto, la corona resaltaba las motas grises en sus ojos y el traje con la capa gris le daba el porte de un auténtico rey

El secreto de los Jackson ~2 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora