Capítulo 3

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Cuando Thor tenía 1050 años y Loki 600 años, las cosas empezaban a cambiar, al estar en plena adolescencia Thor pasaba más tiempo con sus amigos, los tres guerreros y Sif, entrenaban juntos, salían de caza, acampaban en el bosque, iban al rio, entre otras muchas actividades, para las cuales Loki aún era muy pequeño para participar de ellas. Thor trataba de pasar por lo menos un momento al día con su hermano, pero la mayoría de veces era imposible, el menor lloraba por la ausencia de Thor haciéndolo en la soledad de su habitación.

Conforme los años seguían pasando, Thor se alejaba cada vez más de su hermano, prefiriendo salir con sus amigos y salir con la mayor cantidad de chicas posibles. Mientras tanto Loki se encerraba en sí mismo, concentrándose en sus estudios y en aprender de las habilidades mágicas de su madre, tenía pocos amigos o como el piensa simples conocidos, para Loki la única persona que importaba era Thor, pero parecía que para el contrario no era de la misma forma.

-Thor - Loki habla tímidamente durante la cena.

- ¿Qué pasa? - dice mientras muerde una pieza de ternera.

- ¿Podemos tener un día de campo mañana? - pregunta esperanzado.

Thor lo mira por unos momentos y no puede ser el causante que el brillo en los ojos se opaque. Sus padres solo están atentos a la interacción de sus hijos.

- Por supuesto Loki - sonríe-

- ¿Enserio? - dice alegre.

- Si

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo, podemos hacer el picnic en el riachuelo, te buscare luego del entrenamiento.

- Perfecto, yo preparare las cosas y te esperare en el lugar.

Loki no puede dormir de la emoción, esperando que el día de mañana llegue rápido, desde hace un tiempo que no ha tenido oportunidad de convivir con su hermano más que durante las cenas, pero no era lo mismo, pues sus padres también estaban en el lugar, el solo quería un momento a solas con Thor.

Cuando se acercaba la hora del almuerzo, empezó a preparar la comida, quería impresionar a Thor, preparo emparedados con carne de cerdo, una ensalada de patatas, salsa de hongos, un pie de manzana, jugo de duraznos y vino, todo era la comida preferida de Thor, alistó la canasta y un mantel, estaba exhausto al terminar, la cocina era un desastre pero eso podían arreglarlo los sirvientes. Estaba por salir cuando su madre le habla.

- ¿Ya te vas?

- Si madre - le da una sonrisa.

- Ten cuidado, no vuelvan tarde los esperamos para la cena - su madre se acerca y deja un beso en su frente.

- Te prometo que estaremos a tiempo.

- Diviértanse tesoro.

Al llegar al riachuelo se ubica bajo la sombra de un enorme árbol, extiende la manta, coloca la canasta encima y se sienta para esperar a Thor, se entretiene viendo los peces que viajaban por la corriente de agua, eran muy hermosos y de distintos colores. Loki prefería mil veces estar al iré libre,  sentir los rayos del sol y el aire fresco haciendo contacto con su piel, saca un libro que había traído para no aburrirse en la espera, se sumerge en la lectura que pierde la noción del tiempo, cuando se da cuenta el sol ya a cambiado de posición y Thor aún no aparece.

Loki sabe que su hermano no lo dejaría plantado, siempre ha cumplido con su palabra, decide darle un poco más de tiempo, su corazón empieza a doler ante el pensamiento que se olvidó de su salida, hasta que escucha la risa de este, se pone de pie y da la vuelta, empieza a caminar para encontrar a su hermano, pero se detiene ante la vista, rápido se esconde detrás del árbol, mira como Thor está recostado en el pasto y Sif está sentada en su regazo, ambos ríen de algo y la morena se inclina para besar a su Thor.

A Veces El Amor DueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora