Temor

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Jihoon ha usado una gran funda roja que combina gratamente con sus mejillas.

Y Seungcheol cree que es arte el verlo sonreír mientras el viento alborota su cabello, han hablado mucho, con dificultad pero lo necesario para saber que ambos se comprenden.

Incluso con solo mirarse.

Jihoon lo mira de reojo, sabe que ambos están nerviosos, y eso lo calma un poco, pero hay un pequeño pinchazo en su pecho y es el recordatorio de su ultima relación.

Mingyu, el chico alto y moreno, aquel que le había roto el corazón, aun le dolía un poco el orgullo, aun le dolía ligeramente el corazón, los chicos muy alto no eran lo suyo.

Y sabia que por ese motivo se había negado pensar que se estaba fijando en aquellas cartas y que locamente buscaba quien escribía cada una de ellas.

Y es que estar enamorado era dejar expuestas todas sus heridas y esperar que no le echaran sal, estar cautivado por alguien era confiar en que no lo lastimarán, pero aquello no tenía garantía de nada.

Sin embargo, la ultima persona que dijo amarlo, había destrozado cada herida expuesta y había roto cada promesa, es por eso que Jihoon guardaba cierto temor en dejar que su compañero, se volviera en su nuevo cómplice de amor.

Y ¿ es qué quién amaría alguien roto por fuero y por dentro? pensaba el chico, ser diferente te hacia mas vulnerable a las palabras y los actos de los demás.

Ser diferente había convocado una reunión de padres diciendo que él atrasaba a sus hijos, ser diferente era que lo apuntaran con el dedo por salir con chicos.

Jihoon esconde un momento su rostro en su bufanda, tenia ganas de llorar, su mente abrumadora lo llenaba de dudas.

—¿Ha pasado algo?— Seungcheol para en seco cuando lo ve escondido entre su bufanda y toma el rostro del chico entre sus manos—Perdón ¿he dicho algo malo?—Pregunta preocupado, pero entonces ve los ojos de Jihoon y como si él lo llamara lo besa en los labios.

Pasan segundos, minutos, tal vez horas, ambos no lo saben.

Sus corazones envueltos en calor los hacen sonreír; tal vez se dice Jihoon no sería tan malo confiar en aquel chico que paso semanas escribiéndole cartas.

Seungcheol lo toma de la mano mientras caminan, no hay un rumbo fijo, quizás caminar y mirarse, quizás correr y besarse.

Quizás dejar que el viento y sus miradas los lleven a algún lugar lejano donde ambos puedan ser íntimos y relatar cada secreto oculto en sus almas.


(...)


Seungcheol lo  lleva a casa, un poco nervioso por la madre de Jihoon decide dejarlo en la puerta.

 —Gracias— susurra nervioso el castaño y Seungcheol sonríe.

—Gracias a ti por darme un poco de tu tiempo— Le besa la frente antes de irse y voltear a verlo por ultima vez.

—¿POPOdeMos vernos Otro día?—Grita Jihoon nervioso y sabe que ha dicho mal todo lo que había planeado la ultima cuadra antes de llegar a su casa, y es que quiere verlo otra vez, de echo no quiere despedirse todavía.

Quiere besar a Seungcheol, pero quizás tome valor la próxima vez que se vean.

—¡CLARO!— responde en una seña acompañado de un grito.

Ambos se giran para ir a sus destinos, esperando ser el destino del otro.


















PD:  muchisimas gracias por leer, me ha dado sentimiento ver que aun había gente esperando capitulos, me había ido hace tanto tiempo que jamás pensé que esperaran por lo que escribía, muchisimo amor para ustedes.

LOVE LETTER   [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora