Día Tres.

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Seungcheol entró al salón de clases más rápido de lo normal, y no era por qué iba atrasado, no, esa no era la razón.

Cuando entro al instituto vio como muchos comentaban lo que sucedía en su salón.

"Creo que tienen un compañero tonto"
"Es sordo al parecer"
"Pero ¿viste lo que escribieron en su pizarrón?"

Y es que no se imaginaba que clase de cosas le habrían dicho al pobre muchacho.

Llegó apresurado al salón y vio como el pupitre de Jihoon estaba rayado y escrito: "Estúpido sordo" y en el Pizarrón "vete luego" "no quiero que me pegues tu estupidez"

Seungcheol apretó sus puños una llama de furia se clavaba en su pecho, miró hacia su compañero nuevo que intentaba limpiar su mesa mientras contenía las lágrimas.

Tomo el borrador y comenzó a limpiar el pizarrón.

¿Por qué existía tanta gente así? se preguntó mientras intentaba no derramar feas palabras sobre todos los presentes.

—No lo borres Choi—Grito una de las chicas.

—Mi madre dice que debe irse, que nos entorpece en el estudio—Seungcheol miro a cada uno de sus compañeros, no había ninguno que estuviera del lado del pequeño.

Todos se negaban a cambiar de opinión o se mantenían al margen de la situación.

"Bastardos" pensó mientras limpiaba rápidamente el pizarrón.

Escucho las quejas de sus compañeros, pero evito mirarlos mientras ponía todo en orden.

Ese día fue que escribió su primera carta al castaño.

LOVE LETTER   [Jicheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora