Capítulo 15

81 7 4
                                    

---

015

• Verdades que aprietan como bufanda en invierno •

---

— ¡Hola, Gold! ¿Qué planes tienes para hoy? 

— Heey, he quedado para salir con mi chica. Así que, a menos que sea algo urgente, tendrás que extrañarme por hoy— Lo escuché bromear, desde el otro lado del altavoz del celular por el que lo llamaba.

Cierto, que ahora Gold empezó a salir con una tal Blanca. Cómo olvidarlo cuando llegué la semana pasada de visita y los encontré en la misma puerta del departamento de Gold con ella metiéndole la lengua hasta la traquea a... Dios, ni siquiera deseo terminar de formular esa imagen. 

¿Desde cuándo le gusta ella? Nunca me mencionó a una pelirrosa de coletas, ¡nunca me mencionó a nadie! ¿Y además la presentó como su novia? Y sale ahora con ella, ¿¡A citas!? 

Entonces es imposible que sea una de esos encuentros de una noche loca, como otros que ya había dejado de encontrar... 

— Tierra llamando a Ruby, ¿sigues ahí?— Dijo, sacándome de mis delirios de indignación.

— Ah, sí, perdón, me distraje— Respondí, intentando eliminar ese ardor de molestía en mi voz.— ¿A dónde irás con tu cita? 

— Pensaba llevarla a la cafetería que fuímos el otro día, y probablemente luego al centro comercial que está cerca para pasear un poco— Me contó de lo más calmado.

¿Y encima se atreverá a llevarla a nuestra cafetería? Ese... Ni sé para qué me molesto, si a mi no me gusta Gold y ni siquiera me importa qué hará de su vida amorosa. Por mí, que cien mil lenguas lleguen a su traquea, bien por él. 

— ¡Que buena idea!— Dije, usando mi tono más animado posible.— Que la pases bien entonces, adiós.

Y sin esperar un segundo más, colgué. 

¿Me quiso tal vez decir algo más? Qué importa ya. 





— ¿Y se supone qué yo me tengo que tragar el cuento de que solo estamos espiando a Gold con su enamorada porque eres "un buen amigo"?— Escuché la voz recriminatoria e irónica de Sapphire, mientras me daba esa mirada de incredulidad. 

Al menos, se mantuvo susurrando y no se dejó ver por el ojidorado. Nunca tanta traición, supongo.

— Tampoco sé que más decirte, hay un sentimiento que no me deja tranquilo— Respondí, esperando que fuera suficiente. Evidentemente, no lo fue.

— No me digas, celos, vaya descubrimiento del universo. 

— No me ayudas— Le dije acusatoriamente. 

— ¿Ah, no? Entonces ahora mismo me levanto y me voy— Dijo Sapphire, y justo cuando hizo el ademán de pararse es que Gold y Blanca salieron de la cafetería donde estaban, y casi como un instinto jalé de vuelta a Sapphire detrás de los bancos donde nos escondíamos. 

Yo realmente debería estar trabajando, no arrastrando a mi amiga a espiar detrás de las bancas de la calle de al frente de donde va un hombre -del que ni siquiera estoy enamorado- con su tierna y pegajosa enamorada de coletas puntiagudas. 

— Por favor... Solo, sigamos. 

— Vale, pero me debes demasiadas explicaciones por esto. 

Ni siquiera sabía qué explicación le tendría que ser, si no puedo ni entenderlo yo mismo. No sé que hago en esta situación, lo único que sé es que no podía quedarme sin hacer nada, que no podía simplemente resignarme. 

Todo iba bien... Hasta que te vi con esas medias verdes |AU| EyewearshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora