Capítulo 11

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011

• Pantalones que ya no encajan •

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Buenos días a mi mismo, el optimismo es la clave del éxito. Hoy las cosas irán muy bien, te darán un buen puesto, podrás aprender muchísimo y cubrirás todos tus gastos.

"¿Eres el chico del escándalo, verdad? Nosotros no buscamos farándula, lo siento."

Bueno, las cosas no van tan bien pero igual eventualmente te van a aceptar en alguna agencia de moda, tal vez no sea tan grande y tenga que empezar como asistente, pero verán en tu portafolio un buen potencial. 

"Perdona cariño, pero no estamos recibiendo practicantes por el momento."

A ver Ruby, eres un empleado flexible, que aceptará el puesto que le ofrezcan y que sirve muy buenos cafés.

"No."

Como odio ser un desempleado.



Han pasado ya un par de semanas desde todo el escándalo con Valerie y Fantina, finalemente entregué mi renuncia sin alguna complicación legal -esa bruja sabía lo que le convenía- y tuve que volver a la búsqueda de un empleo. 

Con lo mucho que me costó obtener el trabajo en Toujours a la mode, y ahora que mi nombre no está completamente limpio las cosas no serán fáciles, si ya para empezar la industria de la moda es demasiado competitiva para su propio bien...

Decidí salir a caminar un poco por el barrio, estar en esta búsqueda es extremadamente agobiante y yo no quiero arrugarme tan joven. Así que, necesito recobrar algo de paz interior. 

— ¡Ruby!— Escuché como una voz conocida me llamaba, y cuando voltée ví a Gold saludándome con una mano y acercándose. 

Yo le sonreí, estoy con los pelos de punta. 

Aunque hemos decidido mantener nuestra amistad, la memoria aún está demasiado fresca y con solo verlo mi mente se vuelve un manojo de nervios. 

No, por favor, díganme que no me estoy sonrojando, que es calor en las mejillas es solo por el sol. 

— ¿En qué andas, chico cursi?— Dijo, tan natural como siempre. 

Maldito descarado sin inhibiciones. No me puedo quedar en ridículo, menos frente a él y su actitud de frescura. 

— No mucho, viviendo la vida loca de desempleado, ya sabes— Le respondí, Gold alzó una ceja en busca de una mayor explicación.— ¿Rechazos, deudas y desesperación? El verdadero sueño americano. 

Él se rió en respuesta, yo me crucé de brazos y rodé los ojos. 

— Vale, mi amigo soñador, déjame te invito un café entonces— Me ofreció, lo dudé por un segundo, pero recordé que tal vez no podría darme el lujo de una cafetería tan facilmente así como iba. 

— ¿Qué eres ahora, mi sugar daddy? 

— Ya quisieras— Me respondió él, siguiendo el juego como siempre.— Solo nos estoy poniendo a mano. 

— Bien, en ese caso, yo eligiré el lugar para hacer sangrar tu billereta.

— Uy, que chico malo.





Realmente extrañaba esto, quién diría que dos semanas de ausencia de ese ojidorado se sentirían como mucho tiempo. Y si bien habíamos tenido un pequeño episodio, la complicidad y comodidad parecen nunca haberse ido. 

Supongo que cuando una amistad es buena, puede mantenerse intacta a pesar de los problemas. 

Me hubiera gustado que las cosas con Sapph también hubiera podido recuperarse así. Ella es aún una gran amiga, pero en definitiva no como alguna vez fue y probablemente nunca más vaya a ser. Igual tampoco puedo comparar ambos tipos de errores, a ella le fallé de una forma irremediable, y tengo un karma que saldar. 

Heeey, Tierra llamando a Ruby— Ví una mano pasando repetidamente frente a mi cara, lo que me despertó de mis ensoñaciones— ¿Perdido pensando en qué esta vez?

— Uhmmm, cosas... ¿Del pasado? 

— Bueno...— Hubo un pequeño silencio, Gold parecía debatir algo consigo mismo.— Quería contarte, ya que hablamos del pasado... He empezado a trabajar en el orfanato de Oak. 

Y eso sí que es lanzar una bomba.

— ¿Qué? ¿Cómo así?

— El día que Oak me contó, lo que tú ya sabes, me había llamado en realidad para ofrecerme el estar a cargo del orfanato. Y no, no he aceptado sucederlo, aún no por lo menos—Gold pasó su mano por detrás de su cuello, visiblemente dubitativo— Pero he aceptado la oferta de trabajar ahí y que me entrene para el cargo, por si eventualmente llegara a aceptar. 

— Wow, vaya noticia realmente, ¿estás seguro de eso?

— Por lo mismo que no estoy seguro de nada es que estoy haciéndolo, en realidad— Respondió, riendo nervioso hacia si mismo.— Estuve pensando, y tal vez me ayudará a poder reconciliarme con mi pasado, o al menos entender un poco de lo que sea. 

¿Reconciliarse con el pasado, eh?

— Me alegra mucho que te estés dando la oportunidad, estoy seguro que podrás encontrar el camino que buscas. Eres un buen chico Gold, y te mereces todo lo bueno también— Le felicité dulcemente, realmente estaba feliz por verlo intentando enrumbar su vida con algo que lo tuvo conflictuado desde siempre. 

Realmente es admirable, enfrentar tu pasado y utilizarlo para mejorar tu futuro... Nuevamente, este chico de horrible gusto de moda se gana mi respeto. 

— Vamos, no me vayas a chamuyar tanto que no seré tu sugar daddy.

— Ya quisieras— No pude evitar reír. 

Y fue ahí, en ese segundo que tuve lo que podría ser una idea brillante, o terriblemente catastrófica. 

— ¡Ya sé!— Dije levantándome de la mesa, Gold en cambio se sobresaltó ante mi reacción.— Gold, eres un genio.

— Bueno, eso ya lo se... ¿Pero, por qué?

— Yo aquí buscando dejar de ser un desempleado donde evidentemente no me van a aceptar, es hora de ser el siguiente nivel de desempleado: Diseñador emprendedor. 

— Ah... ¿Qué?— Gold me vió visiblemente confundido.

— ¡Voy a sacar mi colección al mercado!— Me miró aún más confuso, como si le hablara de alguna teoría cuántica.— Mis diseños de la noche de tus medias verdes. 

Okey, ahora sí estamos en la misma página.

— Pues... Voy a hacer una producción de ello y empezar como diseñador independiente a venderlo. 

— ¿Estás seguro de eso?

— ¡Para nada!— En un impulsó, lo abracé ante la emoción de mi idea. 

Y fueron unos segundos, pero el tacto fue embriagante. Lo suficiente para llenar mi mente de vitalidad. 

— ¡Tengo que irme, gracias Gold! 

— Ah... Sí, claro...

Me pareció escuchar murmurar algo a Gold, pero estaba ya muy lejos para entenderlo. Y no hay tiempo para volver atrás, hay mucho que planear. 

Todo iba bien... Hasta que te vi con esas medias verdes |AU| EyewearshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora