Capítulo sesenta y seis

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Tres días después.



Milo me ayuda a bajar del coche ya que no podía hacer movimientos bruscos por los puntos en mi estómago, mientras camino a la entrada de casa y abro la puerta, Milo con ayuda de victoria bajan los huevitos los colocamos a los tres sobre el sillón.

Los tres días en la clínica habían sido bastante duros, gracias a la enfermera que me explicaba algunas cosas o victoria ya que si uno lloraba lloraba los otros dos, aún no tenía que plan hacer a la hora de alimentar a los tres ya que alimentaba dos y el tercero que siempre era la niña quedaba esperando, aunque no me quejo la niña parece ser la más tranquila

-bien me tengo que ir cualquier cosa me llamás si necesitas ayuda- me avisa

- seguro que lo haré - digo al ver como el bebé del medio comienza a hacer pucheros - hambre no creo, comió hace poco - pienso en voz alta

-¿Qué le sucede?- pregunta Milo igual que yo

-creo que está haciendo del dos- murmuró al ver como su cara se relaja y estira las piernas.- te toca - huyó

Dejo a milo con el niño mientras que tomo con cuidado a los bebés y los pongo en el cochecito será más fácil moverlos. Al ver que dormían entro a la ducha para sacarme el olor a hospital que tenía encima.

(Milo)

Pongo al bebé en el cambiador de la cuna, le desabrochó el enterizo y observó la situación. El pañal había sido desbordado

-hijo mío… recién naces donde sale todo eso- preguntó mientras quitó el pañal- que asqueroso… ¿porque es verde…?

Tomó un pañal nuevo las toallas húmedas y algodón, mantengo la respiración mientras limpio, una vez cambiado le pongo ropa limpia veo como cierra los ojos nuevamente asique con cuidado lo tomo y lo llevo a la habitación donde estaban sus hermanos.
Había leído que era bueno que duerman junto los primeros meses ya que estaban acostumbrados a estar juntos los colocó en la cuna a los tres y los observó dormir, Eva sale de la habitación recién bañada.

Su vientre había disminuido demasiado aunque aún había cierta hinchazón, pero parecía no molestarle, ella se acerca a la cuna junto a mi y los observa

-hizo caca verde- le digo

-lo se… yo los cambié la primera vez y era completamente un líquido negro. Podridos estaban por dentro - ríe ella - sin embargo es normal hasta que se acostumbren a la leche seguirán con esa consistencia y color - me explica

Nos quedamos observándolos nuevamente como si aquellos tres bebés fueran algo hipnóticos el timbre de la casa suena y ambos nos sobresaltamos, miramos asustados a los bebés ellos seguían dormidos, nos alejamos de la habitación y Eva abre la puerta

-¡nadie les advirtió que no deben tocar la puerta cuando hay recién nacidos!

Dice Eva al abrir la puerta, pude ver a lo lejos que era Beatriz Nathan Sasha y Byron.

-. Felicidades amiga- bea la abraza - y tú también lobo- dice ella feliz abrazándome y dejándome completamente extrañado ante la situación

- está así porque recibió una buena noticia y también porque Eva fue madre- dice Nathan alejándola de mí- felicidades

Todos nos felicitaron y fueron a ver a los recién nacidos, miro a Nathan de lejos… que no se le ocurra decir alguna palabra

-¡leo tiene novia! - ríe Nathan

Lo mató.

Eva me frena antes de que agarre a Nathan por el cuello y me da una mirada.  Leo no tiene novia. Ni amiga...

Una llamada entra a mi teléfono por lo cual salgo de la habitación a regañadientes.

-¿Que sucede Sebastián?- hablo

-¿¡Ya nacieron!? - despegó mi oído del parlante - abre la puerta o tocaré timbre.

Cortó la llamada y bajó para abrir la puerta, miro a mi primo quién venía con varios globos de colores, un biberón enorme lleno de cosas de bebés dentro y un peluche enorme. Me mira sonriente
Si que está emocionado.

-¿No se supone que tenías cosas que hacer?- pregunto tomando las cosas que me daba

- ya las hice tienes a los sospechosos bajo custodia, los informes de los demás alfas en tu escritorio, ya hablé con atticus, mañana darás el comunicado, amenazando ya sabes y todo resulto - dice mientras sube la escalera. Lo sigo por atrás y entra a la habitación-¡Son tan adorables!- mira a los tres dormir

-shh- todos en la sala lo callamos

-uh lo siento

- bueno creo que es momento de dejarlos solos - habla Sasha despidiéndose de Eva- te hablo en la semana

-los acompaño - hablo saliendo con ellos a la entrada- no los toques, lávate las manos antes- señaló a Sebastián que estaba a punto de tocar a uno de los bebés
Pongo los ojos en blanco al ver como me hace caso y va a lavarse las manos…

(Eva)

Al ver que todos se fueron vuelvo a subir a la habitación donde Sebastián estaba ahí mirando a los bebés con una sonrisa tonta.

-pensé que no te volveríamos a ver nunca más por esta casa

- mientras estén así de callados- me mira -¿Como estás?

-bien creo que agotada- me siento a un lado -ya se levantaron - murmuró al verlos abrir los ojos
Sebastián les hace caras mientras que ellos no los miraba

-ellos no notarán tu cara hasta dentro de dos meses- le avisó al ver que se esmeraba intentando hacerlos reír

-que aburrido.

- pues si, solo comen, lloran, duermen, aún no pueden moverse mucho

Milo entra y se sienta a un lado mío mientras vemos a los bebés.

-mañana tendré que hacer unas cosas, le diré a mi mamá que se quede contigo así te ayuda hasta que vuelva - me avisa Milo

-está bien, Sebastián algo me contó- le comento

Los tres nuevamente nos quedamos observándonos mientras miraba cada detalle de ellos, eran tan pequeño y frágiles que me daba demasiada ternura


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¡¡Mañana último capítulo!!

Pronto sabremos los nombres!

Jaque Mate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora