Capítulo 5: Shen Jiu vs Avión-juju

1.6K 320 160
                                    

—¡Me gustas!. . .

Esas simples palabras resonaron como ecos en una montaña, lo cual era irónico, porque se encontraban en una habitación con nula capacidad acústica; ambos jóvenes no pudieron evitar observarse de forma mutua.

Uno con nervios a flor de piel. Dos jóvenes se enfrentaron a una clara lucha de miradas; mientras que él otro mostraban una clara suficiencia y grandeza en su ego, él otro se preparaba para marcar la siguiente huida. No por nada Shang Beijing era apodado como una rata escurridiza.

—Bien... Dime, ¿desde cuando te gusto?—Shen Jiu no noto los movimientos sutiles de su hermano marcial, estaba bastante feliz al saber que tenía a un pretendiente claramente rico. No creía que Shang Beijing logrará encontrar tantos tesoros espirituales de gran nivel—o al menos no sólo, después de todo la fuerza de Shang Beijing no era realmente mucha a comparación de los demás discípulos principales de Cang Qiong—.

Por su parte, Shang Beijing estaba en una jodida crisis. ¿Qué diablos podría decir en esta situación?. Tenia que pensar rápido, y que sonará al menos convincente.

—B-Bueno...—tartamudeo—T-Todo inició hace dos años. Cuando entraste  como un nuevo discípulo en Qing Jing—sentía muy en el fondo. Que las cosas no terminarían bien—. Note que estabas mayormente solo... L-La verdad no note nada llamativo en ti, la primera vez que te conocí pensé que eras un mocoso que fue recogido como un gato callejero.

—¿Me estas insultando?—con una ceja levantada, Shen Jiu no se noto para nada contento.

—¡C-Claro que no!—por su parte, Shang Beijing salto hacia atrás por simples reflejos, cubriendo su cabeza con ambos brazos. No importaba si se les rompía los huesos de los brazos y píes; pero la cosa se pondría fea si le llegaba a dar un derrame cerebral—. ¡S-Solo digo que me causante una impresión normal!.

—. . .—¿Normal?. Shen Jiu estaba realmente confundido.

—¡Si!. ¡Para mi eras como cualquier persona, no eras lindo, ni tierno y para nada agraciado!, ¡En realidad no eras para nada agradable a la vista!– ¡Y no digo que este mal, al contrario. Eso me gustó mucho!—convencido de sus propias palabras.

Avión disparado al cielo decidió al menos mentir con un toque de verdad. Total, como un NPC de un juego Rol, pronto sería relegado a segundo plano—o eso realmente deseaba, ojalá los dioses escucharán sus propias oraciones—.

—¡N-No eres tierno, pero eres terco!, ¡N-No eres fuerte, pero eres astuto!, ¡No eres bueno, pero eso no te vuelve cruel!—él castaño tomó aire para continuar—. Eres tantas cosas en una sola persona, tus actitudes son completas y a su vez complejas, no te arrepientes de lo que haces o dices, porque eres consciente de las consecuencias, y eso me agrada... Eres lo único genuino en este maldito lugar...

"No naciste siendo una mala persona"...

—Tienes unas extrañas ideas, eres ingenioso y para nada superficial cuando se trata de las apariencias. Tratas a todos, a excepción de las mujeres de la misma manera. Me tratas con una actitud de mierda. ¿Y sabes qué?... Me gusta, porque también tratas de la mierda a Liu-Shindi, y ese bastardo se lo merece por romper mi puerta cada vez que tiene oportunidad...

"No me exiges más de lo que puedo dar, y eso te lo agradezco"—nunca lo obligó a trabajar cómo un animal esclavo, jamás le quito sus amadas horas de sueño, y nunca le arrebato el aire con esas miradas de juicio que usualmente recibía de parte de su Shizun, y Shishus.

No era tan eficiente como su maestro—no era un inmortal, no era una fabrica que constantemente produjera dinero o contratos costosos. Era un humano que no podía seguir el ritmo de su maestro, era un joven que se esforzaba para seguir luchando en un mundo donde solo el fuerte era premiado; él quiso al menos salvar de un destinó cruel a lo único que lo anclaba en este mundo lleno de tragedia y sufrimiento—.

—Me gustas...—con un lindo sonrojo Shang Beijing se convenció de sus propias palabras—Te vi durante tanto tiempo como un espectador, solo quise ayudarte... No quería perder a la auténtica persona que tengo delante de mi. No quería perderte Shen Jiu, no quería que sufrieran aún más. Por eso decidí hacer todo esto. Los regalos, mis acciones, todo tiene una justificación.

"Te lastime tanto en el pasado... Así que en esta vida, mi alma y mi corazón te pertenecen"—era la promesa que le había hecho a Shen Jiu desde el momento en el que piso este mundo. Solo se arrepentía de no haber protegido antes a su Shixiong.

—"Es lo mínimo que puedo hacer para compensarte"...

—Y perdón por no ser la persona que esperabas que fuera—sonrío, como un genuino sol—. Yo solo soy una vil rata, que no es capaz de enfrentar sus problemas como un adulto.

Dicho lo último, ignoró la genuina mirada de incredulidad de su Shixiong. Con un movimiento rápido de mano, abrió la ventana de la habitación de Shen Jiu, saltando de esta para en segundos desaparecer de la vista del ojo verde.

Todo quedo en silencio en segundos...

-

Shen Jiu estaba genuinamente confundido, jamás creyó escuchar una confesión de este tipo. Pudo ver la sinceridad en esos grandes ojos castaños.

—Le gustó...—murmuró mientras se acostaba en su cómoda cama, tendría mucho que pensar de ahora en adelante—¿Quién lo diría?... Las ratas estamos destinados a encontrarnos—con una risa tomó entre sus manos aquella caja que con tanto recelo cuidaría. Desde ahora, hasta el final de su vida.

—No...—no pudo reír entre dientes, una genuina y hermosa risa—. No lo puedo creer, esto es jodidamente divertido.

Extra:

Shang Beijing: Me gustas u////u

Shen Jiu: A–



Como abejas en panal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora