¿Qué hacer cuando un chico aparece de la nada declarando que es un vampiro?
Felix pensó que estaba loco, o que había bebido demasiado gracias a su malestar emocional y que gracias a eso terminó con un lunático. Pero no demoró en confirmar que Hyunji...
Changbin no pensó que fuera realmente difícil y peligroso perder el control de si mismo. Hyunjin se lo había advertido, incluso Seungmin le dijo que era prácticamente imposible mantenerse controlado cuando su sed de sangre tomaba el control de todos sus sentidos.
Cuando por fin despertó, se encontró en su habitación tapado hasta el cuello, sintiéndose sumamente cansado y con los recuerdos recientes apenas volviéndose visibles en su mente. Recordó el parque, el pobre animal que se comió e incluso el olor a miedo de ese chico rubio que lastimosamente lo vio en ese horrible estado.
—¿Por qué lo trajiste? Deberías haberlo dejado ahí tirado.
Changbin no se sorprendió al oír el enfado en la voz de Seungmin, reclamándole apenas despertó como si fuera para lo único que esperó pacientemente. Aquella tampoco le tomo de sorpresa, conocía lo insensible que podía ser el menor, incluso con él.
—Sabes que Hyunjin me habría cortado la cabeza — dijo como toda excusa mientras se incorporaba y quedaba sentado en la cama. —Ademas, es bonito.
—¿Bonito? — murmuró entre dientes con la vista baja. No se molesto en ocultar lo que aquellas palabras despreocupadas causaron en el porque apretó el puño que mantenía sobre la cama, y observó a Changbin un segundo antes de levantarse e ir hacia la puerta.
Salió sin decir nada, y el mayor no pesero que cerrara con delicadeza así que no se inmuto cuando el portazo resonó.
Permaneció inmutable mientras sus sentidos se despertaban después de haber dormido por bastante tiempo, y en un segundo su olfato capto el olor del rubio del parque, aunque esta vez se percibía inquieto y sin miedo. Supuso que Hyunjin ya había hablado con él.
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Felix llevaba esperando quince minutos en la sala espaciosa y algo lúgubre, todo el aire en ese lugar se sentía igual; sin vida, frio y desolado.
Miro la taza que reposaba sobre la mesita y no evito recordar el momento cuando iba de camino.
—¿Tu tambien eres..? Ya sabes — había preguntado mientras veía el paisaje por la ventana, quedando silenciosamente maravillado por el hermoso lugar.
Le resultaba irónico que alguien como Hyunjin viviera en un sitio tan verde y lleno de vida.
Escuchó la risa baja y corta del chofer así que lo miro atento esperando que respondiera.
—Lo soy — declaró rápidamente sin intenciones de decir mas.
—Y...¿tambien te comes a los patos de los parques?
—No, el Señor no nos tiene permitido hacer eso. Lo que paso con Changbin fue una excepción porque es normal en alguien que recién fue convertido— explico, y Felix separo los labios con impresión.
—¿Convertido? ¿Quieres decir que Changbin...?
—No es mi deber hablar de eso, mejor pregúntale al Señor. El seguro va a contarle si se lo pregunta — corto de prepo mientras detenía el coche. —Ya llegamos.