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Era de madrugada cuando despertó.

Tuvo que parpadear varias veces para aclarar su vista y ser consciente de que estaba completamente despierto. Cuando sucedió, de un brusco movimiento se sentó en la mullida cama y miró todo su alrededor, encontrándose con una habitación norme en penumbras aunque lo suficientemente iluminaba para permitirle ver el tamaño exageradamente grande; la mueblería rustica llenaba el lugar junto al orden que incluso fue demasiado para el.

Gimió un tanto adolorido mientras se llevaba la mano a la cabeza, un tanto mareado sin saber bien el porque. Repentinamente, el recuerdo de un par de ojos rojos lo invadió de golpe y con ella el sentimiento de pánico regreso como si aun estuviera en peligro. No pudo contener su recelo y precaución mientras se arrastraba al borde para levantarse, viendo su calzado a un lado de la cama sobre una alfombra demasiado suave.

Agarró también su chaqueta que descansaba sobre el respaldar de una silla y la reviso dándose cuenta que tenia todo. Decidido, se encamino a la puerta y la abrió asomando la cabeza para ver el extenso pasillo bien iluminado. Felix se pregunto en donde demonios estaba, parecía una mansión de algún ridículamente millonario con amor por lo antiguo, sentía que estaba metido en una de esas casas de épocas.

Como no vio nadie por los alrededores, salio por completo del cuarto y cerro la puerta con cuidado, no tenia intenciones de llamar la atención de nadie porque simplemente sentía que no sabia estar en ese lugar. No podía evitar sentirse a la defensiva, y mientras mas respiraba estando ahí peor se sentía.

—Ya despertó el bello durmiente— dijo una voz burlesca detrás suyo. Felix se volteo y observo a un chico alto de cabello negro que se mantenía de pie en medio del corredor, con las manos en los bolsillos y una pequeña sonrisa ladina. —Aunque de bello no tienes nada. Todos los humanos son un asco, de igual forma— esculpió con el tono cargado de odio y resentimiento que bien podían volverse cuchillas y clavarse en su cuerpo.

Felix apretó los labios y trató de esconder su miedo.

¿Lo había llamado humano? Si, y se sintió demasiado impersonal y ajeno, como si aquel muchacho con apariencia altiva y prepotente no se incluyera en ese colectivo termino.

—Eh...

—No te quedes ahí como idiota y sígueme, alguien quería verte— demandó dándose la vuelta. Felix vio su espalda unos segundos antes de comenzar a caminar detrás suyo, un tanto cohibido, pero mucho mas receloso.

—¿Qué es este lugar?— preguntó por fin, viendo las paredes del corredor cubiertas por pinturas, y algunos adornos. También habían puertas que se mantenían cerradas y casi pudo imaginarse que detrás de ellas habían salas de tortura o algo así, prácticamente riéndose interiormente por su absurdo pensamiento.

—Son habitación, como en la que despertaste— respondió en cambio, sonando neutro y con cierta acidez que capto por completo la atención de Felix.

—¿Cómo

—Hablas demasiado, cállate un poco.

Felix alzo ambas cejas con impresión al oírlo. Al parecer, ese chico estaba de mal humor o bien ya era así de borde y desagradable.

Caminaron un poco más hasta que el mas alto abrió una puerta doble y entro dejándolas abiertas para cederle el paso. Dentro se encontraron con lo que parecía ser una sala de entretenimientos, Felix pensó que lo era al ver una mesa de billar, un juego de sillones con un plasma enorme, incluso había una pc de escritorio, una barra y una mesa al otro lado, ni mencionar el ventanal que le dio una perfecta vista del paisaje iluminado por luz artificial. Su móvil marcaba las tres de la mañana cuando lo vio al despertar, y casi se cayó de espaldas porque no entendía que demonios hacia a esa hora fuera de casa.

𝗼𝗯𝘀𝗲𝗰𝗶𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗿𝗺𝗲𝘀𝗶 ━━ hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora