PRÓLOGO

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Nunca se había sentido tan atrapado, tan asfixiado y presionado por algo. Solía tener la facilidad para mantenerse tranquilo en las peores situación, siempre siendo el soporte para su madre que lo crio completamente sola y sin ayuda de nadie. Solo eran ellos dos, siempre lo fueron, y por eso mismo ahora tenia tantas ganas de gritas, llorar, desquitarse de alguna forma.

En la sociedad de la que era parte estaba mal visto una mujer soltera criando un hijo sola, como si tener un hombre al lado fuera lo mas seguro. Quizá lo era, pero a su madre nunca le importo las malas miradas e incluso las criticas de sus amigas al verla sola con él.

Deja que un hombre entre en tu vida para que te ayude.— solían decirle, y el con solo siete años escuchaba aquello y a veces se sentía mal porque, de hecho, su madre estaba demasiado sola aunque lo tuviera a el.

Fue peor cuando ella le conto que el tipo que lo concibió simplemente se fue al enterarse de su existencia en el vientre de ella, solo se largo porque no queria hacerse cargo, no los queria. Felix se juro que jamas haría eso, sea su madre, una hermana, una novia, nunca la dejaría sola; seria mejor persona de lo que fue ese sujeto que jamas conoció, y ahora, a sus veintitrés años, agradecía no tenerlo en su vida.

El caso es, que actualmente ese juramento que se hizo estaba temblando, demasiado débil y sintiendo que no tenia validez alguna mientras el se ahogaba en pánico y desesperación al no saber que hacer. No tenía idea que hacer para ayudar a su madre, para seguir siendo su apoyo incondicional, se sentía un inútil e innecesario, tan roto que no hallo otra alternativa que irse un momento para ahogarse en sus pensamiento rozando la autodestrucción.

Era débil, realmente lo era.

Casi se había caído cuando escucho las palabras del doctor saliendo algo flojas de su boca, como si el hombre no tuviera realmente las ganas de decirle lo que pasaba.

Es cáncer. — le había dicho hace un par de horas.

Y el tuvo ganas de aferrarse a alguien para no caer, de tener apoyo para no sentirse tan solo y tener el valor de decirle a su madre lo que pasaba con ella, cual era la causa de sus últimos problemas que tan preocupado lo habían tenido.

Pero no tenia a nadie y tuvo que ser fuerte, mas de lo que fue en toda su vida para contarle la realidad de las cosas. Lloraron juntos, y ella le dijo que todo estaría bien pero Felix no le creyó nada, ¿Qué bien iba estar si el cáncer la estaba matando? ¿Qué tan bien podía estar el si la única persona que tuvo desde el inicio estaba en riesgo?

Quiso sonreír con gracia al recordar todo eso, era en lo único que pensaba desde que había llegado a ese lugar tan desolado y frio, pero que de cierta forma le estaba dando el espacio para pensar bien la situación para su problema: pagar el tratamiento.

El medico le dijo que habían posibilidades aun, y el se aferró a eso, estaba tan aferrado a esas palabras, esa pequeña esperanza, que lo único que llenaba su mente era el poder encargarse de los gastos para que ella se recuperara. No era fácil, de hecho se encontraba estancado en el pánico porque estaba demasiado limitado con el dinero.

Su trabajo en la tienda de convivencia le alcanza apenas para sus estudios y algunos gastos de la casa, su madre no trabajaba hace unas semanas y sus ahorros, junto al pobre salario de el era lo que mantenía su alimentación y las cuentas.

Hace algún tiempo decidió pedir un préstamo al ver lo apretados que estaban con algunas cuentas, pero ahora todos exigían respaldo para asegurarse el pago, incluso en algunos bancos exigían un titulo profesional, muchas trabas que lo mantuvieron por días siendo victimas del estrés y frustración al no saber que hacer. Ahora era peor porque el dinero lo necesitaba si o si, de eso dependía la vida de su progenitora.

𝗼𝗯𝘀𝗲𝗰𝗶𝗼𝗻 𝗰𝗮𝗿𝗺𝗲𝘀𝗶 ━━ hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora