El tiempo

Capítulo 9

Habían pasado 2 días desde que había ido a la comisaría de policía; en esos dos días me dio tiempo de avanzar algo de la investigación. Casi no había salido de mi cuarto porque me había propuesto hacer un esquema de todo lo que sabía.

Primero; lugar y hora de la muerte: El lugar estaba claro, la casa de la victima, pero la hora no la sabemos exactamente. Seguramente 5 minutos antes de las 10, porque fue a la hora que mis padrinos y yo llegamos al lugar del crimen.

Segundo; posibles sospechosos: Tenía en mente al tío José Manuel, a la tía Flora y a mi abuela, pero quedaron descartados ya que todos tenían una buena cuartada. Estos días había pensado en la vecina de enfrente de la casa de mi bisa porque ella siempre le tuvo envidia, pero nunca hizo nada que afectara a ningún miembro de mi familia, aunque no la podemos descartar así de fácil. Y también tenía otro posible sospechoso, un señor que a veces va sin avisar a casa de mi bisa para tomarle un café, la verdad es que ese hombre no me cae nada bien porque falta mucho al respeto a la gente de mala manera sin conocerla de nada y aparte también tiene algunos antecedentes como por ejemplo su retirada de carnet por ir borracho conduciendo con una tasa de alcohol superior a 3º. Creo que se llamaba Antonio o algo así.

Tercero; teorías: En estos días he pensado en dos teorías que cuadran bastante con el posible asesinato. La primera se trata de que el tío José Manuel estuviera metido en líos como por ejemplo tener deudas por la compra de drogas o por ir a prostíbulos, ya que muchas veces nos pedía dinero urgentemente porque si no le meterían un tiro en la cabeza. Quizá alguna vez no pagara lo que debía a alguien peligroso y en vez de pagarla con él, le arrebató lo que más quería, a su madre. Quién fuera que lo hiciera, lo tuvo que hacer con guantes para no dejar ninguna huella. Tuvo que forzar la cerradura para poder entrar, y una vez que encontrara el cuarto de la abuelita era simple. Únicamente tuvo que coger a la abuelita en brazos, abrir la ventana y lanzarla. La pregunta es...¿cómo pudo escapar sin que yo lo viera? También estuve pensando en eso, pero no estoy muy seguro de que fuera como yo digo. La cosa es que tuvo que escuchar cuando llegamos con el coche y de ahí hizo todo lo más rápido que pudo. No tuvo casi tiempo a escapar, así que solo hay dos opciones para que escapara; o se fue resbalando despacio por las piedras que formaban la pared de la casa hasta que llegó al suelo y se fue corriendo o, se metió lo más rápido que pudo en la buhardilla de la casa, haciendo así que nadie lo encontrara. Esa sería la primera hipótesis, la segunda sería que lo hiciera Antonio o la vecina, pero claro, esas dos personas ya están bastante mayores como para escapar sin que yo los viera, entonces tuvieron que pagar a alguien para que lo hiciera o podrían haber manipulado a la abuelita para que ella misma se tirara, pero claro, ¿entonces por qué estaba boca arriba? ¿Y cómo la ventana estaba abierta si la bisa no podía abrirla? Quedan muchos cabos sueltos por averiguar, pero no pasa nada, porque como dice mi madrina: "Con tiempo todo se descubre, tanto lo bueno como lo malo".

Eso es lo que tengo por ahora, simples teorías.

Estaba pensando en ir esa tarde a la casa de mi bisabuela para buscar pruebas o algo relacionado con la muerte de esta. Algo tenía que encontrar seguro. Y además tenía que aprovechar que mi madrina no estaba trabajando para que me cubriera con mi padrino y con mi abuela, ya que ella si me apoyaba en la investigación.

Esperé a que fueran las 5 de la tarde para ir a esa casa en la que había pasado tanto tiempo jugando y riendo con mi bisabuela. La conocía tan bien que sabía perfectamente como arreglar el grifo del lavamanos si se rompía o si el inodoro se atascaba, cosas que en mi casa no sabía arreglar ya que en la casa de mi bisa todo era más antiguo y sencillo de arreglar.

Llegué y como de costumbre no había nadie. Recuerdo cuando venía a darle la merienda a la abuelita y nos pasábamos la tarde entre risas y chismes. Subí las escaleras y fui recordando todos los 7 y 8 de agosto que eran las fiesta de nuestro pueblo y formábamos una gran comida familiar para celebrar juntos las fiestas; aunque el 8 de agosto era un día más bien triste por el aniversario de la muerte de mi abuelo. Tantos recuerdos alegres y tristes me llenaron la memoria, era como si todo eso se hubiera ido para siempre, y en verdad era así.