En Mobius, Miles trataba de entender la situación en la que estaba, mientras en anti-mobius... Las cosas estaban mucho peor.-¡¿DONDE DIABLOS SE HA METIDO?!-
Ese grito... era típico escucharlo cada 5 minutos... Todos estaban asustados y nerviosos.
¿Y cómo no estarlo? Ya va un día y medio que el vulpino de mechón negro no aparece desde que todos fueron a ese bar, lo buscaron por todos lados pero no lograron encontrarlo.
Incluso fueron hasta el departamento de anti-sally, ella no fue muy amable y simplemente les cerró la puerta en la cara a scourge.
Algunos pensaron que era ardilla muerta pero se sorprendieron al ver a su líder maldecir mientras seguía buscando, tal parece que Sally se salvó de milagro.
-¿está seguro que no quiere que revisemos en su departamento jefe?- preguntó uno de los miembros.
-no... Sé que no está allí, no quiero meterme en esa pocilga, pero más le vale no ocultarlo o seré quién la mandé al dormir con los peces- gruñó enojado apurando el paso.
Esto no se iba a quedar así, en cuando lo encuentre conocerá su ira, nadie... Absolutamente nadie le abandona, él es el único que puede desechar a alguien, no al revés.
Dando nuevas órdenes de seguir buscando al vulpino, se encaminó el mismo hacía algunos lugares en donde creía que podría estar, su molestia iba en aumento conforme pasaban los minutos y no encontraba rastros de Miles.
No supo exactamente cuántas vueltas le dió a todo anti-mobius... Aveces se preguntaba el porqué hacía eso... El porqué le importaba el doble colas, nunca sintió afecto por nadie, solo los usaba para beneficio propio tal como hizo con Fiona y otras más.
A pesar de ello, no quería dejar a Miles... Sin él se estaba volviendo loco.
No dejo de correr en ningún momento, no hasta que uno de sus lacayos lo mandó a buscar, había encontrado algo interesante cerca a la máquina que Miles arregló, había marcas de pisadas.
-no quiero ser de mal rollo pero creo que el zorro se fué a otra dimensión... Y no, las cámaras estaban apagadas, parece que todo lo tenía planeado- informó con algo de tenía que nos de sus subordinados.
El pobre sujeto tuvo que retroceder ya que su líder pateó con fuerza la máquina, estaba colérico...
-¡Ese maldito!... Esto no se va a quedar así... Juro que en cuando aparezca le cortaré el cuello- amenazó en voz alta asustando a los demás presentes.
Empujando a todo aquel que se cruzara en su camino, scourge se fué de ahí, no iba a buscar más.
Algunos presentes se preguntaban el porqué su líder no averiguo el paradero de Miles, con la máquina bien podrían saber dónde está...
La respuesta les cayó a todos como un balde de agua fría, nadie sabia manejar esa cosa... Solo Miles...
Decidieron dejar el asunto por el momento, nada podían hacer por su compañero... El pobre estaba condenado a recibir toda la ira del verdoso.
Una vez solo en su departamento, tenía pensado mandar al demonio a Miles... Total, habían miles de genios allá afuera que desearían formar parte de su grupo.
Ya no pensaría en el zorro ni nada por el estilo, es más, no es un arrastrado y no lo necesita, se iba a vengar en cuando aparezca.
Con eso en mente tomó algo de dinero y se dispuso a seguir como si nada hubiera pasado... Pensaba aliviar su mal humor con "buena" compañía, Fiona ya no era una opción, no estaba de humor para aguantarla...
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¿Apuesta?
Fiksi PenggemarUna noche en anti-mobius la banda de scourge se unen para jugar unas partidas de poker con algunas apuestas de por medio. Miles al comienzo se niega a participar pues conoce que siempre ese erizo verdoso juega sucio... Las trampas nunca faltan. Pero...