CAPÍTULO 1

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Desperté de un salto, volteé a ver el reloj en mi mesa de noche y vi la hora, 4:37 a.m.; sentía como el sudor corría por mi rostro y mi espalda, suspiré dándome cuenta de que había tenido esa pesadilla de nuevo, sabía que era imposible que volviera a dormir por lo que me levanté de mi cama y me dirigí a mi armario, tome una playera, ropa interior y un short deportivo, me puse mis zapatos y me dirigí al patio de mi casa.

Una vez en el patio de mi casa deje la mochila en la pequeña casa que hay a un lado de la alberca, me quite mis zapatos y salí de nuevo al patio, sentía el pasto en la planta de los pies, me incline hasta quedar de rodillas en el pasto, respiré un par de veces y comencé a transformarme, después de un par de huesos rotos y mi pijama rasgada en el jardín, era completamente un lobo.

Mi lobo es de un color negro con partes grises, se controlarlo a la perfección; mientras me adentraba más y más en el bosque sentía como el viento golpeaba en mi rostro y una sensación de calma invadió mi cuerpo, correr en mi forma lobuna me ayudaba mucho a calmarme, llegué hasta un lago y me detuve ahí, decidí quedarme un rato ahí echada y disfrutar del ambiente.

Después de unas dos horas comenzó a salir el sol, así que me levanté y corrí de regreso a mi casa, cuando llegué al jardín de mi casa, debían de ser casi las 7:30 a.m. ya que noté como mi madre estaba de pie en la ventana de la cocina mientras me miraba, vi como movió su mano saludándome a lo que yo respondí con un movimiento de cabeza.

Me dirigí a la casa de la alberca para cambiar a mi forma humana y ponerme mi ropa para poder ir a desayunar con mi familia; después de cambiar a mi forma humana tomé la ropa de mi mochila y la arrojé a la cama que había ahí y comencé a vestirme, después de unos 10 minutos salí de ahí y me dirigí a la entrada de mi casa; cuando entre el olor de huevos y tocino golpearon mi nariz y me acerqué a la cocina donde suponía se encontraba mi madre.

Cuando llegué a la cocina ahí estaba ella, mi madre o mejor dicho Elena Salvatore, estaba de espaldas a mi por lo que no vio cuando entré, me acerqué de manera muy silenciosa mientras ella ponía la cafetera, la abracé por detrás mientras sentía como brincaba ya que la había asustado

- ¡Por Dios Dorcas! Sabes que no me gusta que hagas eso- dijo mientras me daba un golpe en el brazo

- Lo siento, debiste de haber visto tu cara- Dije mientras me separaba de ella y reía, pero paré cuando vi su rostro serio, así que comencé a toser- Si bueno, amm como decía, solo quería desearte buenos días

- Vi que saliste a correr, ¿todo en orden? – me pregunto mientras revolvía los huevos, me senté en los bancos que había en la barra de la cocina
- Si, bueno ya sabes, estoy bien no te preocupes- Dije, pero la mirada es su rostro me hizo saber que no me creía y solté un suspiro- Tuve esa pesadilla otra vez, pero de verdad estoy bien, me ayudo mucho el salir a correr

Antes de que mi madre pudiera decir algo más, la voz de mi padre resonó en la cocina, anunciando su llegada

-Buenos días a mis chicas favoritas- dijo mientras me daba un beso en la cabeza y después se acercaba a dejar un beso corto en la boca de mi madre- ¿De que hablan?

- Dorcas tuvo la pesadilla de nuevo y salió a correr en la mañana- miré a mi madre dándole a entender que no quería decirle a mi padre para no preocuparlo, el puede ser muy sobreprotector a veces

- ¿Te encuentras bien Cas? – dijo mientras se acercaba a mí y me ponía un brazo sobre el hombro y me acercaba a el

- Estoy bien, solo necesitaba un poco de aire y por eso decidí salir a correr- dije mientras le regresaba el abrazo

- Bueno, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea- Dijo mientras se separaba de mí y se dirigía a servirse un poco de café- En otras cosas, ¿estás lista para hoy? Es un gran día- suspire un poco, hoy era el día en que iría a la escuela Salvatore

- No lo sé, si les soy sincera me da un poco de nervios- vi como mi padre iba a decir algo, pero lo interrumpí- Ya sé que Josie y Lizzie estudian ahí y no debería de preocuparme, lo sé de verdad, pero ¿no se supone que la gente no sabía que ustedes tenían una hija?

- De hecho, solo lo saben Alaric, Caroline, Bonnie, tu tío Jeremy y las gemelas, pero sabíamos que este día llegaría en algún punto, prácticamente ahora eres una híbrida en toda la extensión de la palabra y lo que eso significa- suspiré y sentí como mi madre tomaba mi mano mientras me dedicaba una sonrisa

- Todo va a estar bien, además, no es como si estuviéramos muy lejos, siempre puedes llamarnos y podemos ir a verte- sonreí ante lo que me había dicho mi madre y le di un ligero apretón a su mano- Bueno ahora a desayunar porque tenemos que estar a las 10 en la escuela

Mi madre nos sirvió el desayuno y comenzamos a comer entre risas, anécdotas y comentarios un poco inapropiados de mi padre, mientras reía pensaba en lo mucho que iba a extrañar estas mañanas con mi familia

𝐄𝐓𝐄́𝐑𝐄𝐎 (Hope Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora