EXTRA

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DORCAS SIN HUMANIDAD



1 SEMANA DESPUÉS DEL ACCIDENTE

Me encontraba encerrada en mi habitación, no podía salir a ningún lado, no tenía control alguno sobre mis nuevas "habilidades".

Hace un par de días fue el funeral de Nate, no había podido ir, la culpa y el dolor aún seguían muy frescos en mi.

Lancé un vaso de cristal a la pared, este impactó y se rompió de miles de pedazos pequeños.

¿Cuando se detendría todo esto? ¿Viviría con la culpa, la tristeza y el dolor siempre? Tal vez no era necesario.

Recordé algo que me dijeron mis padres, algo sobre apagar mi humanidad, me habían contado como lo hicieron y que era lo que pasaba.

No sentías nada, no había dolor, no había tristeza, no había rabia, no había nada.

Y eso era justo lo que necesitaba.

Cerré mis ojos, tomé una respiración profunda.

Un par de segundos después, fue como si un interruptor hiciera click.

Abrí mis ojos, había funcionado.

Miré alrededor de mi habitación, era un desastre, aunque poco me importaba.

Entré al baño, quité mis ropas y entré a la regadera para darme un baño.

Casi una hora después me encontraba bajando las escaleras hacia la cocina, podía escuchar las voces de mis padres.

Al verme ellos me miraron sorprendidos, no les presté atención y me dirigí directamente al refrigerador, lo abrí y saqué una de las bolsas de sangre que había conseguido mi mamá del hospital.

-Cas - miré a mi padre mientras bebía la sangre - Que bueno que hayas bajado

-Honestamente me estaba cansando de estar encerrada en esa estúpida habitación - dije sin ningún rastro de emoción en mi voz, ellos parecían que aún no lo notaban

-¿Quieres ir al cementerio? - fue el turno de mi madre de hablar - Podemos ir a la tumba de Nate

-Esa es una estúpida idea mamá - ella me miró sorprendida - Nate se ha ido y no volverá, que mal

-Dorcas, ¿te encuentras bien? - mi padre se puso de pie y se acercó lentamente a mi, yo sonreí

-¡De maravilla! - él frunció el ceño - Nunca me había sentido mejor

-Oh no, Dorcas dime que no lo hiciste - mi mamá dijo al mismo tiempo que se acercaba a mi

-Supongo que ya sabes lo que pasó - llevé la bolsa de sangre a mis labios - Así que está bien, no te lo diré

-¿Apagaste tu humanidad? - preguntó mi papá sorprendido, yo lo miré sin decir nada - ¡¿Apagaste tu humanidad?!

-No hay necesidad de gritar por Dios - dije mientras rodaba los ojos - Si apagué mi humanidad, ¿felices?

Ellos me miraron sin saber qué decir, yo suspiré un poco y me crucé de brazos.

-Si no tienen nada que decir, es hora de irme - señalé la puerta - Necesito alimentarme, ya me cansé de estas bolsas de sangre

Y sin esperar a que respondieran salí rápido de la casa, subí a mi moto y comencé a conducir hacia el centro del pueblo.

Ya iba a anochecer, decidí ir al Mystic Grill, una ve que llegué estacioné mi moto, bajé de esta y entré al lugar.

𝐄𝐓𝐄́𝐑𝐄𝐎 (Hope Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora