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Después de que la cena acabara, los prefectos de la casa de Gryffindor guiaron a los de primer año a sus habitaciones, mientras estos explicaban reglas, los nuevos amigos iban hablando a susurros con Gwen.
Entonces no sabes que es un Walkman ?! - Exclamo James con un tono de voz alto, recibiendo una mirada por parte de Remus para que bajara la voz.
No, saben cómo son mis padres - Dijo algo desanimada por no saber que era.
No te preocupes, en cuanto lleguemos a la sala común iremos a nuestra habitación y te enseñaremos que es y cómo se usa - Dijo Sirius sin haber escuchado las reglas acerca de los dormitorios.
Creo que no escucharon la parte donde dijeron que los dormitorios están divididos en hombres y mujeres - Dijo Remus con un tono obvio.
Creí que habían dicho que tu podías escoger tu compañero de cuarto.. - Dijo Sirius algo confundido.
Dijeron que cada quien podia escoger sus compañeros de cuarto, siempre y cuando sean niños con niños y niñas con niñas - Dijo Remus recalcando lo obvio.
Ohh bueno no te preocupes Gwen encontraremos un modo en el que puedas quedarte en nuestro dormitorio - Dijo James antes de distraerse y empezar a crear un plan.
Bueno ahora se dividirán en dos grupos niños del lado derecho y niñas de lado izquierdo - Mencionó el prefecto mientras observaba cómo se empezaban a separar - tendrán cinco minutos para decidir con quien quieren compartir dormitorio, cuando hayan tomado su decisión vengan conmigo y los guiaré a su dormitorio.
Mientras que Sirius, James, Regulus y Remus ya habían tomado su decisión, Gwen estaba asustada, más bien nerviosa, sabía que la mayoría de las casas la estaba criticando porque quedó en Gryffindor, aparte si familia no tenía una buena fama uy sabía que la mayoría no la querrían como compañera, todo cambio cuando la misma chica pelirroja del tren se acercó a ella y dijo - hey, Gwendolyne cierto? - Preguntó la pelirroja.
Así es, tu eres Lily la chica del tren - Dijo Gwen viendo a la pelirroja.
Exacto - Dijo Lily - Pues lo qué pasa es que unas chicas y yo queríamos preguntarte si querías compartir dormitorio con nosotras.
Claro, bueno si no soy una molestia - Dijo la pequeña Malfoy después de pensarlo un tiempo.
Claro que no - Dijo Lily mientras la tomaba de la mano y guiaba con las demás.
Mientras avanzaban hacia las demás, Gwen estaba perdida en sus pensamientos, se repetía una y otra vez la escena donde su hermano la llamaba traidora, pensaba que pasaría si sus padres se enteraran de sus amistades, ella sabía perfectamente que no merecía algún amigo, sabía perfectamente que nadie la apreciaba, recordaba cada vez que sus padres mencionaban que nadie quería tener a una amiga como ella. Estaba asustada, aterrada.
Hola - Dijo alguien sacándola de sus pensamientos - Mary McDonald - estrechó su mano con emoción - tu eres la chica Malfoy, no? Déjame decirte que estoy muy sorprendida, nunca me esperaba eso.
Soy Dorcas Meadowes, un placer conocerte - Dijo interrumpiendo a Mary.
Marlene McKinnon, un placer conocerte, presiento que seremos muy buenas amigas - Mencionó la misma con una gran sonrisa en el rostro.
Un placer - Dijo Gwen antes de que Lily mencionara que fueran a hablar con el prefecto para mencionarle que ya habían escogido su equipo.
Al ser las primeras en haber tomado la decisión, pudieron escoger su dormitorio. Marlene tuvo la iniciativa y escogió uno de los cuartos que le parecían de los más amplios. Gwen escogió la cama que estaba a lado de la gran ventana, a su lado izquierdo estaba Lily y a su lado derecho estaba Marlene, Dorcas al lado de Lily y por último Mary quien se encontraba cerca de la puerta.
Después de ordenar todas sus pertenencias, estuvieron platicando unos minutos más hasta que Marlene y Mary se quedaron dormidas, después Lily y Dorcas.
La única que estaba despierta era Gwen, quien se preguntaba cómo estaban sus amigos. Quienes en su habitación se habían quedado dormidos luego de estar hablando por horas, a excepción de Regulus.
Ambos en sus respectivas habitaciones se sentaron en su ventana, viendo el paisaje que sus habitaciones tenían mientras susurraban - estoy en casa - con una sonrisa en su rostro antes de quedarse dormidos.
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