Toys; LawRusso [Adaptación]

Sex chair

(No se si la multimedia corresponda a la silla que se describe XD, pero de todas maneras ahí está)

Johnny estaba terminando de poner el último tornillo de la caja en la silla que había comprado.

Una silla negra metálica con una tela elástica para apoyar la espalda o abdomen y en las esquinas caían otras telas más para amarrar las muñecas y tobillos.

La puerta comenzó a abrirse y Johnny salió del cuarto de huéspedes, el cual no tenía nada más que la silla recién armada.

– hola mi amor – saludó el rubio en cuanto vio a su novio

– hola amor – ambos se dieron un beso suave.

Daniel había llegado del gimnasio y sólo llevaba unos shorts pegados, la camisa que traía era delgada y algo pegada.

El rubio siguió a su novio a la cocina quien sacaba una barrita de fresa y avena para comenzar a comerla. Johnny lo abrazó por detrás y comenzó a restregarse contra el trasero de su novio.

– ¿estás caliente? – preguntó

– tú me pones caliente – respondió comenzando a bajar el short azul del menor notando unas bragas de encaje blanco

– siempre dices eso.

– es la verdad, mi amor – sonrió y bajó hasta su trasero sólo cubierto por las bragas. Beso y mordió ambas nalgas mientras pasaba su dedo pulgar por la entrada de su pequeño

– mmhh...Johnny vamos al cuarto... – susurró

– mejor te llevo a ver algo nuevo – lo tomó por la cintura y lo jaló hacia la habitación de huéspedes.

Ahí lo acercó a la silla y, sin rechistar, Daniel se acostó mientras Johnny lo amarraba de las muñecas y los tobillos.

– ¿qué piensas hacerme? – preguntó inocente

– darte el mejor sexo de tu vida, cariño – Daniel gimió ante la respuesta de su novio.

Johnny abrió las piernas de Daniel y comenzó a bajar hacia su trasero mientras separaba sus nalgas.

Observó la pequeña y rosada entrada de su novio y se acercó a pasar suavemente la punta de su lengua.

– J-Johnny... – Daniel gimió bajito.

El rubio pasó por segunda vez la punta de su lengua y regresó para comenzar a meterla en el agujero del menor. Daniel tembló ante la placentera sensación de su novio comiéndolo.

Johnny comenzó a meter un dedo mientras seguía penetrándolo con su lengua.

– ¡oh Dios mío, Johnny! – gimió nuevamente moviendo sus caderas hacia atrás. El mayor metió otro dedo y aceleró las pequeñas embestidas por parte de su lengua y dedos.

Daniel estaba en el cielo, se sentía desfallecer y pudo tocar el placer máximo cuando su novio metió un tercer dedo y tocó su punto arrancándole un gran gemido.

– te necesito adentro, p-por favor – suplicó con dificultad. Daniel sacó los dedos y su lengua del interior de este.

– como ordene mi pequeño – sonrió y volvió a abrir las nalgas de su chico para alinear su miembro completamente duro y erecto.

Comenzó a entrar lentamente y una vez ahí esperó a que el pelinegro de cabello lacio se acostumbrara a la intromisión.

Daniel le indicó que podía moverse en cuanto hizo un movimiento de cadera recibiéndolo. Johnny comenzó a salir para entrar fuertemente dentro de su novio arrancándole un gemido.

Las embestidas subieron de nivel y comenzaron a ser rápidas y duras. El metal de la silla rechinaba de la fuerza de las estocadas mientras que el mayor agarraba de la cintura al pelinegro y lo movía a su gusto, empujando cada vez más.

Johnny bajó su mano a la erección de su pequeño y comenzó a bombear su pene jugando con la punta de este de vez en cuando.

– y-ya ca...si, Johnny – gimió sintiendo una contracción y su pene al máximo placer

– yo también, pequeño – soltó en una gruesa y ronca voz.

Daniel se corrió soltando fuertes chorros de semen y aplastó el glande de su novio al contraerse, provocando el estallido de semen dentro suyo.

Ambos respiraban intentando regular el latido de sus corazones. Johnny desató a Daniel y lo llevó a su cuarto, cansados se metieron a bañar y luego prendieron la tele de su habitación para ver alguna película que tuvieran por ahí. Pasaron el resto de la tarde en mimos, cariños y besos lejos de la lujuria y disfrutando de su cercanía.