32

1.5K 150 209
                                    

—¡Stella! —exclamo corriendo detrás de ella.

Mi amiga camina muy rápido, abandonando la fiesta con lágrimas en los ojos.

¿Qué le ocurre?

Corro más rápido y, por fin, estoy a su lado. Agarro su brazo y la detengo.

—¿Qué pasa? ¿Por qué te has ido? —le pregunto y ella se echa encima de mí. Su rostro se esconde en mi pecho y llora allí.

—Estoy horrible —dice decepcionada—. Thomas, el chico más increíble de la banda, me ha visto. Está en la fiesta. Y yo estoy horrible.

Río y abrazo a mi amiga.

—Estás hermosa y, además, Thomas se ha quedado muy bobo cuando te vio —acaricio su pelo rubio—. No digas tonterías y no vuelvas a escaparte así. No estás en buen estado como para ir así por la calle.

—¿Borracha? —pregunta riendo y se seca las lágrimas. Asiento riendo y le doy un beso en la frente.

—Venga, vamos dentro. No quiero que ningún coche te atropelle.

La arrastro dentro de la casa mientras ella, a veces, se niega.

Stella no se esperaba para nada encontrar a Thomas en la fiesta.

Además, ¿qué tiene? ¿Un conjunto especial para cuando Thomas la vea algún día? No tiene sentido...

Desde hace tiempo le gusta este chico, pero no es aceptable que se escape de la casa borracha. ¡Alguien puede atropellarla! Tiene que tener más cuidado.

Me ha hablado de Thomas muchas veces, pero nunca había pensado que esto pasaría. Ella escapando como si hubiera visto un ser monstruo.

La llevo al baño y mojo su cara un poco. Ella niega.

—Que estoy bien. Solo estoy un poco borracha. Nada más —dice alejándose de mí—. Estoy bien, Coraline.

—¿Estás segura? —le pregunto.

Oímos unos golpecitos en la puerta y abro despacio. Encuentro a un Thomas preocupado.

—¿Todo bien? Os he visto entrar e ir directas al baño. ¿Ella está bien? —pregunta preocupado.

Sonrío.

No sabe ni su nombre. Ni siquiera la conoce y ya se preocupa por ella.

Esto me hace sonreír.

Thomas es un buen chico.

—Está bien. Solo necesitaba salir a tomar aire —respondo.

Stella abre más la puerta y ambos se ven. Ella sonríe un poco, él hace lo mismo. Pero sé que Thomas sigue preocupado.

—Gracias por preocuparte por mí. Eres muy lindo —dice y sale del baño. Se coloca al lado de mi amigo.

Thomas sonríe y alza una mano para que Stella la coja.

—¿Bailamos? —le pregunta.


Miro el techo de mi habitación mientras estoy acostada en la cama.

Son las cuatro de la mañana. Llevo dos horas en casa y ni siquiera he dormido.

Thomas fue directo a su habitación. Me dijo que se iba a dormir, pero, sinceramente, nunca antes lo había visto tan despierto por la noche.

¿Se lo habrá pasado bien con Stella?

Ruedo en la cama y cojo mi móvil. Leo un mensaje de Victoria.

Coral |Måneskin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora