sentimientos Souta Kawata(angry X oc)

CAP 17

Pov. Angry:

Mikey, Draken, Baji y Chifuyu solo nos miraban a mi hermano y a mi algo sorprendidos.

_la conocen?

_conocían a alguien de los Oshinori?

_esa no es la chica de la que nos hablaste?

_ya cállense, estamos procesando igual que ustedes- dije para que dejaran de agobiar con sus preguntas.

_ella estudia con nosotros y nos volvimos amigos pero no sabíamos nada de que perteneciera a una mafia.- la típica sonrisa que traía Nahoya había desaparecido, estaba completamente confundido  

_ no creo que sea momento para pensar en esto, en una hora y media tenemos la pelea con los "Blood Diamond", debemos prepararnos- draken capto la atención de todos.

_kenchin tiene razón, nos vemos en un rato en el lugar del encuentro.

los chicos tomaron caminos diferentes, debíamos prepararnos para la pelea pero mi mente se llenaba de preguntas. ¿Por qué Menma estaría en una Yakuza? ¿esta bien? ¿lo que nos hablo de ella es verdad o... solo mentiras?

Pov. Menma:

Ni siquiera pude despedirme de los gemelos, no supe como reaccionar ante sus expresiones.

¿Y si deciden separarse de mi? ¿dejaran de ser mis amigos por el hecho de estar en una mafia? ¿se enojaron por que les oculte esto?  ¿souta... ya no querrá que me acerque a el?... estaba apunto de darme un pequeño ataque de pánico sin embargo una cálida mano sobre mi hombro me saco de mis pensamientos; dirigí mi mirada hacia papa el cual estaba con una expresión relajada pero algo preocupada.

_¿estas sobre pensando otra ves?- su voz era suave.

El sabia lo que me pasaba y porque estaría así. Durante toda mi vida jamás tuve algún amigo.

todo comenzó desde primaria, los niños siempre me tachaban de golfa o humillaban por que mi madre no era como las otras, mi madre se prostituía para poder darme de alimento, darme un techo y una escuela, cosa que a ella no le agradaba tanto; luego empezaron a separarse de mi por mis cicatrices, mi progenitora empleaba el castigo de apagar cigarros en mi espalda cada vez que me portará mal, además de los golpes de mi padre los cuales recibía cada vez que llegaba borracho. sufrí bullying toda mi vida, hasta que conocí al señor Oshinori y a los chicos; los niños dejaron de molestarme pero... cada vez que intentaba acercarme a alguien ellos simplemente se alejaban por el miedo de lo que les pasaría si se juntaban conmigo, "la princesita de la Yakuza"   era el apodo que se me había colocado por parte de mis antiguos compañeros de escuela.

al conocer a los gemelos y ver que ellos eran los primeros que eran buenos conmigo, además de mis "hermanos" o mi "padre", fue lo mejor que me pudo pasar, podía ser yo misma sin miedo a nada, pero tenía el miedo constante de que se enteraran de lo de la mafia y se alejaran de mi, pensaba decírselos cuando por fin volviera a la escuela, sin embargo ellos acaban de verme junto a papa kenji y por sus rostros no se que pasara la próxima vez que nos encontremos... ellos y en especial Souta... me hicieron brillar, un brillo el cual no quiero que se apague nunca mas. 

Mis ojos se empezaron a cristalizar sin darme cuenta varias lágrimas ya estaban brotando y recorriendo mis mejillas; papa Oshinori solo acariciaba mi cabello con una pequeña y suave sonrisa para decirme que el estaba ahí para mi, sabia por todo lo que había pasado pero lo único que el podía hacer en ese momento era dejar que me desahogara de los malos recuerdos que ahora inundaban mi mente, recuerdos que solo quería que desvanecerán y las cicatrices en mis muñecas eran testigos de eso...

empecé a recordar todo lo que había pasado en mi vida, y sobre como casi acabo con esta.

semanas antes de que mi madre me abandonara en casa de la abuela casi cometo un gran error; había cortado muy profundo... no quería hacerlo profundo pero mi mano... mi mano solo pudo hacerlo al momento de creer que con eso mejoraría la vida de mi progenitora.

creía que todo lo que había pasado era por mi culpa, los maltratos por parte de mis dos padres y del abandono de uno; creía que si desaparecía mi mama por fin dejaría de llorar y su vida seria mas fácil. al principio eran solo rasguños superficiales que me alejaban del dolor de mi alma para centrarme en el dolor de mi piel, pero cada vez iba empeorando y un día... casi se cumple lo que tanto deseaba mi mama.

Sequé mis lágrimas para poder mirar a "papa", su aura era cálida, y tranquilizante; el podía verse agresivo y dominante, con tan solo su presencia el imponía respeto pero, cuando el estaba conmigo era diferente, era tranquilo y calmado, su imponente presencia se convertía en una suave figura protectora.

_¿te sientes un poco mejor?- pregunto para después darme un chocolate que llevaba consigo.

_un poco, gracias- empecé a comer.

el solo acaricio mi cabeza para después los dos guardemos silencio, un silencio bastante tranquilizante mientras miraba la ventana observando el paisaje para despejar mis malos pensamientos. 
.
.
.
.
.
.
.
.

Toque un tema delicado así que sorry. ;-;