-A los seis funcionarios públicos desaparecidos se le suma William Gleason, senador del sector Ibsen.- Decía la mujer en el noticiero que Anatol, aunque no pareciera, escuchaba atentamente en la cocina mientras se servía un plato de fruta y otro de avena, la notica lo sorprendió tanto que le hubiera gustado ser parte de la policía interna y saber la verdadera información recabada.- Según testigos, tras una violenta balacera en las que se reportaron varios muertos, Gleason fue llevado contra su voluntad al interior de una camioneta negra, que hasta al momento sigue igualmente desaparecida. Aunque la policía tomó cartas de inmediato en el asunto, los raptores ya habían abandonado la zona. La comandante Sara Breston, asegura que las sospechas recaen principalmente en los grupos de rebeldes extremistas que todavía no se han manifestado, o algún problema personal relacionado con la mafia. – “Lo mismo que se dijo con los otros seis, o sea que no se ha investigado nada”. – La joven hija, Megan Gleason, testigo de la violencia, ha sido trasladada a la Casa Presidencial a pocas horas del hecho.
-Sasha, ¿A qué hora llegó esa niña?- Preguntó Anatol extrañado de no saber qué pasa en su propia casa.
-Ayer a las seis de la tarde señor.- Contestó el cocinero que no quitaba su concentración en el desayuno que le preparaba a Anthony Verón.
-¿Dónde está?
-En un cuarto de huéspedes, me han dicho que no ha comido nada de lo que le cocinó, supongo que está en shock.- Dijo fríamente mientras volteaba un omelette de huevo con champiñones.- Supongo que usted podría conseguir mucha información que podría resultarle útil.
-Si fuera policía militar, la gente suele pedirme que haga tal o cual cosa con razón social o jurídica en Novum por ser hijo de Brandon y comandante en el ejército, nada más equivocado. Está no es mi zona de jurisdicción, es una pequeña parte del exterior y solo a mi gente, yo no puedo hacer nada en Novum, solo arresto ciudadano que lo puedes hacer hasta tú; pero a diferencia de ti, yo tengo que cuidar de no cometer abusos por la posibilidad de mandarme a juicio militar. Sasha, no cometas el error de pedirme justicia aquí.
El chef volteó los ojos, y con la confianza necesaria le contesto.
-Caray, solo quería que hablará con su huésped, no que le interrogará.- Apagó la estufa y se dirigió con una sonrisa al muchacho que había conocido cuando apenas era un adolescente.- Sé que para usted le parecerá raro, pero un joven normal y sano se preocuparía por su invitado.
-No es mi invitado.-contestó ahora solo picando desinteresadamente la fruta de su plato.- has acabado con mi apetito. Invité a Hilda a comer a la casa, dime de que les gusta hablar a las mujeres.- el joven decidió desviar la conversación a algo en que verdad tenía dudas.
-¿No hay mujeres en el ejército?- pregunto mientras terminaba de servir el plato.
-Son muy diferentes a Hilda, las militares son como muchachos y las otras son putas… bueno, puede que realmente no haya mucha diferencia, pero tampoco le hablo a las putas.
-Ja ja ja- contesto con notable sarcasmo, la marcada risa.- Muy gracioso señor, se me olvidaba su amplia experiencia en mujeres y sus grandiosos modales que tienen que ser censurados en la televisión. Solo pregúntele sobre su día y cierre la boca, no diga nada que no suene favorecedor, no haga muecas de incomodidad y si realmente pierde el hilo de lo que dice, solo vaya asintiendo…
-Sasha puedes comerte eso, Anthony no ha regresado.- lo interrumpió una chica pelirroja joven, contratada por Anthony por su apariencia.- Buenos días, señor Anatol.
-¿Qué pasa con mi imbécil hermano?, ¿estará tirado en el piso de algún antro? Ya han pasados dos días… De cualquier forma hay que buscarlo antes de que lo encuentren los medios, yo no tengo tiempo, encárguense ustedes, me llaman.
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Tiranos
General FictionAnatol y Anthony son hermanos mellizos completamente distintos entre. Son los hijos del presidente de Novum, un hombre que es idolatrado por la población, un hombre que navega con bandera de democracia y no tiene enemigos políticos. Un gobierno hedo...