― ¿Riker? Quién... Oh por dios. ¿Tu que haces aquí? ―exclamó Katina sorprendida y enojada a la vez.
Giré la cabeza y por Dios, juro que en este momento desearía estar muerta. Fue una escena demasiado impactante. Ella estaba ahí. Parada justo en el marco de la puerta de mi departamento. Con su cabello largo castaño, su ropa de chica rebelde y sus ojos de un color tan particular. Me quedé atónita.
― Entra Zip ―escuché decir a alguien, no estoy segura de quien, ni si quiera sé si oí bien, ya que estaba literalmente con la boca abierta de pura conmoción y enojo.
Enseguida me levanté del sofá seguida de Rydel y Ratliff, recogí los restos de las porquerías que habíamos estado comiendo y corriendo entré a la habitación de huéspedes. Puedo escuchar como Rydel cuchichea con Riker en el cuarto de alado pero no le tomé importancia. Simplemente no me lo podía creer. Él había traído a esa tipa a nuestro hogar. ¡Ni si quiera le conozco! ¿Cómo se atreve?
― Abigail ―escuché que me llamaban desde afuera y reaccioné sobresaltandome.
― Entra, Rubia.
Rydel entró en la habitación, tan hermosa como siempre y de cualquier forma. Llevaba puesto un vestido blanco que ondeaba en la parte de abajo y su cabello estaba recogido en una coleta despeinada. Por supuesto, sus converse's no podían faltar.
― Te recuerdo que también eres rubia, cuñada ―decía sonríendo.
Se qué no lo dijo para hacerme daño, pero al oír la palabra "cuñada" me dieron ganas de vomitar.
― Solo Abigail, Rydel. Por favor.
Ella asintió y por segunda vez en el día vino a disculparse conmigo por culpa de su hermano arrogante.
― Abigail yo se qué no es fácil. Pero entiende un poco, el está molesto por la pelea de esta tarde y bueno... En realidad quiero decir que Riker es un idiota, Véase en otros términos: imbécil o arrogante, pero se que puedes ser más madura que él y enfrentar la situación cómo se debe.
Me quedé pensando en sus palabras más a fondo y entonces comprendí que Rydel tenia razón.
― Vale. ¿Pero ella que hace aquí? ―pregunté.
― Esta es la parte difícil. Ella bueno... Riker la dejó quedarse en este departamento por una semana en lo que ella encuentra un lugar estable para mudarse.
Oh Dios Mio. Moriré de algo.
― Así no creo que pueda enfrentar la situación de una forma madura, Rydel. ¿Quien se cree que es? Iré a hablar con él.
Literalmente salté de la cama y volé al cuarto de alado para encontrarme con ella... Si, con "Zip".
― ¿Que haces tú aquí? ―pregunté furiosa.
Ella se volteó a verme y me sonrió descaradamente.
― Riker dijo que dormiré aquí.
¿Pero que demonios le pasa?
La ignore por completo y salí disparada a la sala donde encontré a Katina fulminando a Riker con la mirada mientras Ratliff comía palomitas viendo la tele. Caminé directa a el chico rubio de la cocina y empecé a descargar mi ira sobre el.
― ¿Que hace esa tipa en NUESTRA habitación? ―pregunte recalcando algunas palabras.
El se volteó para contestarme.
― Esa tipa, tiene nombre. Y se quedará ahí porque es la invitada y porque tu estas en la habitación de huéspedes. Así que deja de fastidiarme y ve a hacer algo como leer tus patéticos libros o a ver chismes en algún canal de televisión.
Eso me dolió. Probablemente en una situación de felicidad estuviera riendo como tonta por sus palabras pero esta vez fue lo contrario, las lágrimas empezaron a empañar mis pupilas.
― Vale ―dije y salí de ahí con lo que me quedaba de dignidad hacia mi nueva habitación.
― Abigail, espera ―gritó Katina antes de que le cerrará la puerta en la cara.
No conteste. Me avente en la cama y comencé a llorar con desenfreno. No podía evitarlo ¿que había pasado? Ayer estábamos tan bien... Habíamos, yo arruine todo en tan solo un maldito día y...
― No es tu culpa ―aclaró Katina. ― Es el. Lo arruinó todo. Debió de estar contigo ayer y no dejarte sola por cualquier tipa que se le acercará. Así que deja de llorar, recuerda que el rimel no está barato...
― Ni si quiera me maquillo, Katina ―contesté con una sonrisa.
― Vale. Tienes razón. Entonces solo deja de llorar. No quiero verte así jamás. Ella se irá pronto.
Y comencé a llorar de nuevo. Ella no se iba a ir pronto. Dormirá en mi cama y tiene toda la atención de mi esposo en ella.
― Puedes quedarte en mi departamento.
Enseguida moví la cabeza negativamente.
― No quiero escucharlos teniendo sexo a media noche. Me quedaré aquí, puedo soportarlo.
Aunque en el fondo se que no es así.
― Vale. Te dejaré descansar. Te Llamaré después.
Asentí y caminó a la puerta diciéndome "Adiós" por última vez antes de marcharse.
Conté los paneles que había en el techo como diez veces mientras oía risas provenientes del cuarto de alado y lloraba desenfrenadamente. Esto iba a ser muy malo para mi y tal vez me quedaría en el intento de ganar al amor de mi vida. Otra vez.
*CHICA EN MULTIMEDIA: BARBARA PALVIN - ZIP KHART.
OTRO CAPÍTULO. ¡YAY! ¿QUÉ LES PARECIO? EN MI OPINION CREO QUE ESTA NADA INTERESANTE PERO BUENO... ES SOLO EL COMIENZO DE MUCHAS OTRAS GROSERIAS Y DESCAROS POR PARTE DE... (INFORMACION CLASIFICADA).
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